Siempre me he quedado embobada con la luz de la mañana

Luz, sombras y recuerdos. / M.Z.
Luz, sombras y recuerdos. / M.Z.

Nueva autora de relatos en MUNDIARIO, donde habla de esa luz intensa del sol que se cuela a través de los agujeros de las persianas y que dibuja sombras en las paredes...

Siempre me he quedado embobada con la luz de la mañana

Nueva autora de relatos en MUNDIARIO, donde habla de esa luz intensa del sol que se cuela a través de los agujeros de las persianas y que dibuja sombras en las paredes...

Siempre me he quedado embobada con la luz de la mañana. Esa luz intensa del sol que se cuela a través de los agujeros de las persianas y que dibuja sombras en las paredes de tu habitación.

Hace unos días me quedé un rato pensando que esas sombras me reconfortaban y me hacían sentir en calma. Con los años uno se hace preguntas estúpidas... ¿de dónde podía venir ese sentimiento de calma?

En la casa en donde yo vivía cuando era niña, en mi habitación apenas entraba el sol. Era un bajo bastante sombrío (casi tan sombrío como la vida que yo llevaba entonces) y el pequeño ventanuco de mi habitación no tenía persiana. ¿Cómo puede ser?

Más tarde recordé que era casi siempre en otoño cuando mi madre viajaba a Madrid para sus operaciones de corazón. En esas ocasiones (maleta siempre bajo el brazo) me iba a vivir a casa de mi abuela. Allí y por unas pocas semanas dejaba de ser una "niña-madre" y me transformaba a tiempo completo en una "niña".

La habitación de la casa de la abuela tenía persianas y las mañanas olían a Cola-Cao y a pan tostado.

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