A propósito del nombramiento de Scott Pruitt: ¿Por qué negar el cambio climático?

El calentamiento global es una realidad. / graphicstock.com
El calentamiento global es una realidad. / graphicstock.com

El pasado 7 de diciembre, el Presidente electo Donald Trump nombró a Scott Pruitt, un negacionista y defensor de la energía no renovable como Administrador de la Agencia de Protección del Medio Ambiente.

A propósito del nombramiento de Scott Pruitt: ¿Por qué negar el cambio climático?

Scott Pruitt, hasta hace poco el Fiscal General del estado de Oklahoma, es un reputado abogado, además de un renombrado republicano que ha sido nombrado Administrador de una agencia que él mismo llegó incluso a demandar en varias ocasiones en el pasado. Pruitt es un personaje bastante ligado a la industria de los combustibles fósiles, y parece absurdo pensar que haya pasado por una revelación de conciencia que le permita velar en adelante por la correcta utilización de los recursos ambientales. Pruitt ha negado constantemente la existencia de algo llamado cambio climático y ha acusado a los científicos expertos en el tema de ser “teoristas de la conspiración empedernidos”.

¿Cómo es siquiera posible que alguien niegue el calentamiento global? En el año 2003 se vivió el agosto más caluroso registrado jamás en la historia en el hemisferio norte. Los efectos del calor fueron catastróficos, al punto que el centro de estudios ambientales, Earth Policy Institute, calculó que la ola de calor había provocado la muerte de poco más de 35.000 personas en Europa.

En estudios recientes los expertos han calculado que el calentamiento global es el responsable de la muerte de 160.000 personas cada año, y esta cifra no hace más que aumentar. De esas 160.000 personas, son los niños que viven en los países en vías de desarrollo los que corren el mayor riesgo de sufrir las consecuencias, tanto hoy como en el futuro.

Y por si fuera poco, las muertes causadas por los “efectos secundarios” del calentamiento global, tales como la malaria o la malnutrición, se duplicarán para el año 2020 de acuerdo con la revista New Scientist.

Pero, ¿qué es el calentamiento global?

Sin mayores rodeos, este es el máximo desafío medioambiental al que se ha enfrentado el hombre. Es un proceso que ya se ha iniciado, lo creamos o no, y que podría afectar irreversiblemente el funcionamiento del clima en la tierra.

Basta con que compares el clima de hoy mismo con el de hace cinco años, vivas donde vivas, y te darás cuenta que las cosas han cambiado. En términos más concretos, el calentamiento global es el aumento gradual de la temperatura media terrestre como consecuencia de los cambios ocurridos en la composición química de la atmósfera.

Es en gran medida producto de las acciones humanas, ya que los gases que se han ido acumulando en la atmósfera son producidos por la actividad industrial del hombre en todas sus variantes. Y ya que hablamos de gases, profundicemos un poco más. El calentamiento global está íntimamente relacionado con el efecto invernadero, que no es nada más que la acumulación de gases que atrapan calor dentro de la atmósfera, actuando justamente como lo haría un invernadero común.

Sólo que ese invernadero es nuestro planeta, y esos gases no son ni por asomo benéficos. Entonces la atmósfera filtra la energía solar que calienta la superficie de la Tierra, que aunque absorbe gran parte de la radiación del sol, otra buena parte de esta se refleja hacia el exterior.

Los gases producidos por la industria funcionan así como una barrera que impide la salida de esta energía, atrapando el calor dentro del globo terrestre. El gas que más se ha incrementado desde el comienzo de la industrialización es el dióxido de carbono, que ha subido en un 30% desde 1880 aproximadamente.

Este enorme incremento del dióxido de carbono en la atmósfera es consecuencia de la quema indiscriminada de combustibles fósiles, la deforestación, la minería, las emisiones de vehículos, y los vertederos de desperdicio. Todo ello tiene unas consecuencias devastadoras sobre nuestra vida en el planeta.

¿Qué sucede a partir de este calentamiento?

Si bien los efectos locales son difíciles de comparar, ya que las pautas climáticas están cambiando demasiado rápido, algunos efectos dañinos compartidos por todos son:

> El ascenso del nivel de los mares: los cascos polares se han comenzado a derretir, mientras los océanos se calientan y se expanden.

> Desertización: grandes extensiones de tierra fértil han comenzado a convertirse en desiertos como consecuencia de la erosión del suelo.

> Propagación de enfermedades: se ha extendido el alcance y la estacionalidad de los mosquitos que propagan enfermedades. Para una muestra está el zika.

> Malas cosechas: en regiones de América Latina, el sudeste asiático y África, la producción agrícola ha descendido a niveles alarmantes.

> Inestabilidad geopolítica: las limitaciones agrícolas, el poco acceso al agua dulce, y el descenso de los recursos energéticos, pueden conducir a disputas entre distintas naciones, según un informe publicado por el Departamento de Defensa de EE UU en 2003.

Es importante tener en cuenta todos estos aspectos para modificar nuestras pautas de consumo y cuidado del ambiente. Nadie en su sano juicio podría negar la realidad que está ante sus ojos todos los días, y es doloroso pensar que las posiciones clave en el tema estén siendo ocupadas por personas que velan por intereses privados y no por los de la humanidad.

Estados Unidos como el país más poderoso del mundo debería liderar la cruzada por mantener habitable el planeta. El camino correcto se encuentra en el fomento al desarrollo sostenible, así como la eficiencia y modernización ecológica. Todas ellas tienen que ver con el desarrollo de tecnologías que resulten efectivas para favorecer el crecimiento económico, pero con un coste mínimo para el medio ambiente.

Dichas tecnologías ya son una realidad, lo único que falta es la voluntad para implementarlas. Con nombramientos como el de Pruitt lamentablemente se da un paso atrás en la lucha por la sobrevivencia.

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