Las mujeres llevamos siglos sin poder elegir en las mismas circunstancias

Su Majestad la Reina durante su intervención. / Casa de S.M. el Rey
Su Majestad la Reina durante su intervención. / Casa de S.M. el Rey

Ante la pregunta de por qué no hay más mujeres en puestos de poder habría que empezar planteando un debate serio en torno a los horarios.

Las mujeres llevamos siglos sin poder elegir en las mismas circunstancias

Muy buenos días y gracias por invitarme a esta celebración de los 25 años de los premios FEDEPE. No está nada mal: 25 años canalizando las inquietudes y los objetivos de las mujeres en los entornos profesionales, empresariales y directivos.

Warren Buffett, el inversor de Estados Unidos pretendió, en una entrevista, explicar las razones de su éxito. “Verán, -dijo- es que sólo he tenido que competir con la mitad de la población”.

Esta respuesta, más allá de lo anecdótico, ilustra una realidad que todas conocemos bien. Está en las estadísticas, en las cifras: muy pocas mujeres acceden a los puestos de decisión en las empresas. Esa es la realidad.

Al decir FEDEPE, quiero recordar lo que significan estas siglas: Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias. Nada menos. Mujeres que son ese otro 50 por ciento al que se refería Buffett y que son, además de todo eso, madres, esposas, cuidadoras, amigas, hijas, nietas… Son mujeres que quieren elegir hacerlo todo, si quieren hacerlo todo, y hacerlo bien. Quieren poder elegir.

Ante la pregunta de por qué no hay más mujeres en puestos de poder habría que empezar planteando un debate serio en torno a los horarios. No entraré en detalles pero ese debate merece atención y es el inicio de todo. 

Más realidad. Las mujeres dedican más del doble de tiempo al hogar y a la familia que sus parejas. Ante la pregunta de por qué no hay más mujeres en puestos de poder habría que empezar planteando un debate serio en torno a los horarios. No entraré en detalles pero ese debate merece atención y es el inicio de todo. 

Las mujeres que llegan arriba cambian lo de abajo. Y permiten que otras mujeres puedan elegir. Porque de eso se trata: de elegir. Es muy simple decirlo pero llevamos siglos sin poder hacerlo, sin poder elegir en las mismas circunstancias. Poder hacer compatible la carrera profesional y la educación y crianza de los hijos.

Una mujer poderosa y con mucha responsabilidad dijo una vez que el día en que su marido, alarmado, fue a recoger la ropa tendida porque llovía, comprendió que había ganado una batalla importante.

Importante es también que la mujer se lo crea, que pierda el miedo, miedo a hablar cuando hay que hablar, miedo a delegar el primer biberón, miedo a no poder con todo o a pedir ayuda, miedo a negociar con el jefe (o la jefa…). Sería interesante perder el miedo porque las mujeres somos, además, las que decidimos el 70 por ciento del consumo mundial. Cada una sabe cuáles son sus prioridades. Pensemos en los caminos, en los modos de facilitar, de ayudar. Fedepe lleva 25 años en ello. Y seguirá, seguro, la misma senda. Felicidades y gracias.

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