¿El miedo a la muerte nos hace mejores personas?

Pocos acontecimientos de la vida humana despiertan tantas pasiones como la muerte. Estudios han revelado que contrario a lo que siempre se ha creído, el descenso lejos de producir miedo, despierta una actitud inesperadamente positiva en las personas. Así mismo, hay quienes sostienen que el saber que la vida está a punto de extinguirse puede aflorar lo mejor de nosotros.

Un reciente estudio del psicólogo Matthew Gailliot y sus colegas, publicado en el Boletín de Society for Personality and Social Phycology, ha querido dejar al descubierto el enfoque positivo y pacifista que la muerte puede llegar a tener en el ser humano. Según la investigación, sentirse físicamente cerca de un cementerio, contribuye a que el ser humano se convierta en una mejor persona.

Para llegar a esta contundente conclusión los científicos emprendieron un interesante experimento: utilizaron un grupo de actores que debían dejar caer un cuaderno en la calle delante de los transeúntes. La situación fue puesta en marcha dentro un cementerio y a una manzana de este por igual. Los resultados demostraron que la ayuda con el cuaderno por parte de los desconocidos fue un 40% mayor en el camposanto que en la vía alterna. Lo que en cierta forma demuestra el respeto que se tiene respecto a la muerte.

Esta no es la primera vez que la ciencia intenta dejar al relieve el efecto que el fallecimiento puede ejercer en las personas. El poder de la muerte es impresionante. Así lo han dejado ver distintas investigaciones a lo largo de los años. Por ejemplo, un estudio desarrollado por la Universidad de Harvard, EE UU, demostró que el temor al fin de la vida puede motivar comportamientos sostenibles, haciendo que el ser humano sea más consciente con el medio ambiente y recicle más.

A esto puede sumársele también el hecho de que el descenso puede hacernos más tolerantes, en lo que a religión se refiere. Así lo demostró un informe presentado por la Universidad de Kansas, que luego de un estudio, expuso cómo una mayor conciencia de la muerte hizo que fundamentalistas religiosos estadounidenses e iraníes se mostraran más compasivos hacia miembros de otros grupos radicales.

No queda duda de que sentir el fallecimiento cerca hace que el ser humano se replanté su existencia. Resulta lógico pensar que el hecho de sentir el final a la orden del día hace que miremos hacia atrás con preocupación. Caer en cuenta de que la vida es efímera supone un shock impresionante. Y efectivamente, la muerte tiene el poder de transformarnos positivamente. Así lo ha dejado claro la ciencia. Pero ¿realmente vale pena esperar tanto para intentar ser mejor?