Más allá de Hollywood: los otros ámbitos en donde las mujeres son acosadas sexualmente
El caso Weinstein ha despertado la indignación de muchos, una cuestión muy correcta, pero que solo es “la punta del iceberg” puesto que el acoso sexual contra la mujer es patente en muchos otros sectores.
Luego de que se empezara a conocer el caso Weinstein, la Bbc entrevistó a la actriz Emma Thompson que dejó más que clara la realidad de la mujer al expresar que eso era sólo “la punta del iceberg”. Dentro de ese contexto, la actriz se refería específicamente al mundo del séptimo arte, pero lo cierto es que el acoso sexual contra la mujer se extiende a muchos otros ámbitos y sectores:
1. Europarlamento
Vamos hasta uno de los grandes entes europeos en donde –se supone- se vela por el bien común. El diario británico The Times publicó un reportaje en donde recogía las declaraciones de 12 trabajadoras administrativas y asistentes del Parlamento Europeo que aseguraban haber sido acosadas sexualmente por parte de los europarlamentarios.
Entre los testimonios, nos encontramos con una que asegura que uno de los parlamentarios de 60 años se metió con ella en el ascensor y empezó a tocarla inapropiadamente mientras le susurraba comentarios groseros. Nunca denunció el hecho por miedo: “Se lo conté a mi compañera y me dijo que debía denunciarle... pero al final no lo hice. Me daba miedo perder mi trabajo, hacer frente a la vergüenza y arruinar mi carrera”.
2. La animación tampoco se salva
Regresando a Hollywood, pero hacía un campo inesperado, nos encontramos con el sector dedicado a la animación. Hasta 200 trabajadoras de la industria de la animación firmaron una carta en la que exigen que se elimine el acoso del trabajo en los estudios, en donde nos encontramos con productoras como Disney, Dreamworks, Warner Bros., Cartoon Network, Nickelodeon o Paramount.
“A medida que comentábamos nuestras respectivas historias sobre sexismo, acoso sexual y, en algunos casos, agresiones sexuales, nos indignamos por la permisividad que hay con el problema. Cada una de nosotras tiene una historia que contar, desde comentarios hechos sobre partes de nuestro cuerpo que eran considerados ‘bromas’, hasta mujeres arrinconadas en una habitación oscura por compañeros varones”.
Además expresan que: “Cuando un depredador sexual es sorprendido en su trabajo, parece que le cuesta muy poco encontrar empleo en otro estudio. A veces incluso siguen a su víctima de un trabajo en otro. Estamos cansadas de confiar en nuestras redes de susurros para saber con quién no es seguro tener una reunión a solas. Queremos que nuestros superiores nos protejan del acoso y las agresiones. Este abuso se tiene que terminar”.
3. Científicas
Hay pocas y aquellas que se deciden por este tipo de empleo, son víctimas comunes de abusos sexuales. Una encuesta realizada por Journals.plos.org en el año 2014 reveló que el 64% de las participantes habían sido acosadas sexualmente durante uno de sus trabajos y hasta el 20% había sido agredida sexualmente. Entre los casos más recientes, nos encontramos con dos estudiantes de la Universidad de Boston que tuvieron que ir hasta la Antártida para realizar un trabajo de campo, todo fue un infierno cuando las dos mujeres revelaron que un reputado experto en geología las había acosado y agredido sexualmente en varias ocasiones.
4. La moda tampoco se ha salvado
Luego del caso Weinstein, muchas han decido armarse de valor. Entre tantas, nos encontramos a las modelos que –sabemos- viven en un entorno muy complicado y exigente. Cameron Russel es una modelo y activista que se ha prestado para que de forma anónima muchas modelos den a conocer sus casos, en donde hemos conocido que jóvenes de hasta 15 años han sido acosadas por fotógrafos, agentes, clientes y otros profesionales de la industria.
Estos son algunos ejemplos para demostrar que lo de Harvey Weinstein es solo un pequeña porción del mundo real. Puesto que el acoso sexual se extiende en muchos lugares como Silicon Valley, en el fútbol o hasta grandes empresas en donde los trabajos mayoritarios son destinados para hombres, pero también hay mujeres que pueden hacer lo mismo y hasta mejor. La punta del iceberg es el comienzo y tal vez, sea lo que necesitaba el mundo y las mujeres para empezar a alzar sus voces sin miedo. @mundiario