Los jóvenes talentos musicales cada vez son más numerosos

Pablo Ferrández, joven y premiado chellista nacido en 1991.
Pablo Ferrández, joven y premiado chellista nacido en 1991.

Todos nacemos con una capacidad extraordinaria para la imaginación, la inteligencia, las emociones, la intuición, la espiritualidad y con conciencia física y sensorial. En la mayoría de los casos sólo utilizamos una mínima parte de estas facultades.

Los jóvenes talentos musicales cada vez son más numerosos

Todos tenemos talento. Aunque muchas personas no lo hayan descubierto o no hayan conseguido desarrollarlo. El talento no es algo innato. El talento nos permite utilizar bien nuestras destrezas y capacidades para dirigir nuestra acción hacia una vida lograda.

La neuropsicología ha experimentado en las últimas décadas, gracias en parte al desarrollo tecnológico, unos espectaculares avances en el estudio de las capacidades cognitivas del ser humano y en el funcionamiento de nuestro cerebro.

Se han producido grandes avances en la cartografía del cerebro y se han realizado importantes descubrimientos en el campo del desarrollo de conexiones neuronales y de las regiones cerebrales implicadas en cada proceso relacionado con la percepción, la cognición y la acción humanas. Conceptos como la plasticidad neuronal han llevado a un replanteamiento acerca de la capacidad de desarrollo, aprendizaje y reasignación de funciones de nuestro cerebro.

Todos estos avances, junto con otros desarrollos en los ámbitos de la psicología y la sociología, han conducido a un replanteamiento de los conceptos de inteligencia y aprendizaje. Se ha evolucionado de una definición de inteligencia única, medible y cuantificable, a un reconocimiento de múltiples inteligencias, y a la puesta en valor de las capacidades y del talento de cada persona. Asimismo, se ha pasado de una concepción de una educación centrada en un periodo concreto de la vida de una persona ,la infancia y la primera juventud, a un planteamiento de “educación durante toda la vida” Long Life Education.

En todos estos desarrollos, que aún continúan produciéndose, se evidencia un papel cada vez más significativo de la actividad musical como motor del cambio tanto en nuestra percepción y cognición a nivel neuronal como en las posibilidades que las habilidades relacionadas con la actividad musical tienen en el desarrollo de otras capacidades e inteligencias en el individuo. La clave está en desarrollarlas y si puede ser desde la infancia. Cada vez más personas apuestan por la educación y formación musical de calidad en centros especializados y autorizados por las comunidades en escuelas de música, conservatorios, etc.. con el objetivo de conseguir la certificación y/o titulación que les llevará a situarse en el mercado laboral como futuros y talentosos profesionales.

 

 

 

 

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