La habilidad musical no es un talento innato, sino una destreza que puede desarrollarse (I)

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Tres niños ensayan para convertirse en músicos.

El aprendizaje musical ha sido siempre un proceso duro y difícil, tanto para el maestro como para el alumno, pero antiguamente no se disponía de la cantidad de materiales e ideas que hoy día poseemos nosotros.  

La habilidad musical no es un talento innato, sino una destreza que puede desarrollarse (I)

Antes, la educación musical se basaba en la transmisión de conocimientos de forma natural y simple, y hoy en día, poseemos unas técnicas y unas estrategias que hacen que esa transmisión sea placentera para el maestro e interesante para el alumnado, favoreciendo una participación activa e incluso el aprendizaje por sí mismo y de forma autónoma, con lo que la mera transmisión de los conocimientos pasa a ser actualmente un proceso satisfactorio de aprendizaje motivador.

El proceso de enseñanza-aprendizaje de la educación general básica no resulta placentero y motivador, sino que en algunas ocasiones el alumnado puede llegar a ver el aprendizaje como algo aburrido, que le obligan a hacer. Esto puede ser debido a un escaso interés del niño por obtener determinados conocimientos relativos a la materia, por una escasa motivación del maestro en la escuela durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, por el insuficiente uso de los recursos educativos, como instrumentos musicales, cintas de audio, etc.…, por el carácter monótono en el proceso de enseñanza de algunos docentes o por el ambiente familiar en el que el alumno se desenvuelve, un factor muy importante en la vida y en el progresivo desarrollo del niño.

Poco a poco, se están introduciendo en las aulas más recursos motivadores que favorecen el aprendizaje del alumnado, despertando su interés y ofreciéndoles así un aprendizaje más significativo que conecta cada vez más con su realidad social y con su vida personal.

La música es un recurso atractivo que puede favorecer el aprendizaje debido a la importancia que tiene hoy día en nuestras vidas, y por ello es conveniente trabajarla desde todas sus dimensiones, ya que no sólo se debe limitar al estudio musical en sí mismo, en su hora correspondiente, sino también es conveniente favorecer un acercamiento y disfrute al proceso musical, que puede estar globalizado en los demás aprendizajes de las diferentes áreas, que se produzcan en el aula. 

Cualquier tema educativo puede  relacionarse con la música, en los conocimientos de los cursos de infantil, donde este recurso está muy presente actualmente, podemos encontrar canciones, tanto infantiles como populares, cuentos sonoros, interpretaciones, etc.…relacionados con diferentes centros de interés como la navidad, el otoño…

A través de la organización por rincones, dentro del aula, podemos descubrir el rincón de la música, un espacio delimitado de la clase, donde los alumnos podrán manipular de forma libre los instrumentos musicales que allí se encuentren, como maracas, triángulos, claves… y otros instrumentos de percusión propios a su edad.

Según Suzuki violinista, educador y filósofo la habilidad musical no es un talento innato, sino una destreza que puede ser desarrollada. “Cualquier niño a quien se entrene correctamente puede desarrollar una habilidad musical, de igual modo que todos los niños desarrollan la capacidad de hablar su lengua materna”.

Por ello, desde la educación infantil es adecuado que el niño esté en continuo contacto con la música, para que pueda desarrollar aspectos musicales con la misma fluidez que se expresa verbalmente y para inculcar en sus vidas un progreso musical que, con el paso del tiempo, llegará a potenciarse en mayor o menor medida.

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