Falsos mitos a debate: ¿beber agua engorda o adelgaza?

Agua del grifo.
Agua del grifo.

El agua no tiene calorías y por ello no puede ni engordar ni adelgazar. Es la bebida que se recomienda en cualquier dieta de adelgazamiento porque es la única que no aporta calorías.

Falsos mitos a debate: ¿beber agua engorda o adelgaza?

Es la bebida que se recomienda en cualquier dieta de adelgazamiento porque es la única que no aporta calorías, pero no porque adelgace.

El agua en la dieta es un elemento que no aporta calorías se tome cuando se tome, aunque se beba durante las comidas, con lo cual no engorda. Los alimentos que aportan menos calorías son los que contienen más agua, tales como frutas y verduras, que deben tomarse en abundancia en una dieta sana.

Sin embargo hay que recordar que tampoco adelgaza por sí sola. Es la bebida que se recomienda en cualquier dieta de adelgazamiento porque es la única que no aporta calorías, pero no porque adelgace. Por lo tanto, el agua no hace ni adelgazar ni engordar, porque tiene calorías cero.

Hay quien recomienda beber mucha agua en las dietas de adelgazamiento y van todo el día con la botellita en el bolso. Pero, no es para adelgazar que es recomendable beber agua al hacer dieta sino para estar bien hidratados.

La única manera de bajar de peso es gastar más calorías de las que ingerimos y eso solo se consigue reduciendo la ingesta calórica y/o aumentando la actividad física. En ocasiones, en las dietas de adelgazamiento, al reducir la ingesta de alimentos, se reduce la ingesta de agua, por lo que hay que beber más para compensar.

La concentración de agua presente en el organismo está ligada a la cantidad de electrólitos. Así, el nivel de sodio en la sangre es un buen indicador del volumen de agua que existe en el organismo. El cuerpo trata de mantener el nivel de agua total y, por tanto, una concentración constante de electrólitos, entre ellos el sodio. Cuando éste es elevado, el cuerpo retiene agua para diluir el exceso de sodio, aumentando la sensación de sed y produciendo menos orina. Por el contrario, cuando la concentración de sodio desciende demasiado, los riñones excretan más agua para restaurar el equilibrio.

Se han registrado episodios de potomanía (trastorno que provoca el deseo frecuente de beber gran cantidad de líquido, de manera compulsiva; generándose así una agradable sensación de placer, aun no teniendo sed) en personas que tratan de bajar de peso por medio de un consumo exagerado de agua; de esta forma se pretende "engañar al estómago" al llenarlo con agua en lugar de hacerlo con comida. En estas situaciones conviene estar alerta para descartar un trastorno por falta de control a la hora de beber agua. 

Necesitamos el agua para vivir, pero con un máximo de dos litros y medio o tres litros al día es suficiente. La mitad, la ingerimos bebiendo, mientras que el resto la obtenemos gracias a los alimentos. Por ejemplo, una pieza de fruta o verdura puede contener hasta un 90% de agua y un filete de ternera, un 60%.

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