Desiré Cordero desafía al yihadismo vestida de Isabel la Católica en Miss Universo

Desiree radiante con su traje de la Reina Católica
Desiré Cordero, con su traje de la Reina Católica.

La representante española se viste como Isabel la Católica, símbolo de la occidentalidad, cristiandad  y europeidad de España en plena amenaza yihadista de reivindicación de los reinos de Al Andalus.

Desiré Cordero desafía al yihadismo vestida de Isabel la Católica en Miss Universo

La representante española se viste como Isabel la Católica, símbolo de la occidentalidad, cristiandad  y europeidad de España en plena amenaza yihadista de reivindicación de los reinos de Al Andalus.

La polémica está servida. Desiré Cordero, bellísima representante española y una de las máximas favoritas en el certamen de Miss Universo -el concurso de belleza más prestigioso del mundo-, deslumbró en Florida (EE UU) eligiendo como vestido nacional nada más y nada menos que el traje de Isabel la Católica. Esto, que no dejaría de ser nada más que una decorativa y regia excentricidad, en plena amenaza yihadista de reivindicación de los antiguos territorios de Al Andalus, cobra una especial significación. No olvidemos que esta reina fue la máxima responsable del fin del dominio islámico en nuestro país y en cierta manera, el haber elegido esta indumentaria, renunciando al muy favorecedor vestido flamenco, sería un homenaje a esta reina y una clara reivindicación de la occidentalidad, cristiandad  y europeidad de todos los reinos de España.

La representante española, aunque con un look muy de miss venezolana, es sevillana, ciudad de la que dice el grupo terrorista Hamás: Es la novia de Al-Andalus que anuda al cuello un río más hermoso que el Nilo” y cuyo máximo emblema es la Giralda que constituye junto a la Mezquita de Córdoba y La Alhambra de Granada, uno de los monumentos andaluces reivindicados por el colectivo musulmán.

Con respecto a las relaciones de España y Marruecos, siempre se había comentado que el mismísimo Hassan de Marruecos -al que el Borbón padre tanto abrazaba y llamaba mi hermano- tenía en sus despachos privados un mapa del Islam que llegaba hasta los Pirineos… Incluso llegó a circular una foto trucada en la que Illuminati Zapatero posaba sin recato ante el susodicho mapa, que no extrañó a nadie, ya que el leonés apostaba tanto por la alianza de civilizaciones que la afrenta  y humillación que suponía para España no dejaba de ser pecata minuta y por lo tanto la pose perfectamente factible.

Lo cierto y verdad es que lo que parecían ser sólo sueños de grandeza del sátrapa marroquí,  con los últimos acontecimientos , está  alcanzando visos de realidad, ya que la amenaza yihadista es cada vez más temida en nuestro país.. En las redes sociales proliferan fotos de monumentos españoles con la bandera del IS y algunos de sus cabecillas recordaban recientemente que España estuvo ocho siglos (del VIII al XV) regida por el Islam y "ya era hora de que volviese a formar parte de la umma (comunidad musulmana)". 

Sobre todo en Andalucía, desde la alarma creada por los crímenes de Francia, han corrido diferentes bulos en la ciudadanía sobre supuestos atentados que podrían realizarse proximamente en la comunidad. Por supuesto que no han dejado de ser bulos, pero desde luego son reflejo de una realidad sociológica que está ahí. Por ello, cabe alabar la actitud valiente de Desiré Cordero, de nombre con resabios napoleónicos pero de apellido rotundo, castizo y genuinamente español. Se trata de una hermosísima Miss España, que ha realizado todo un gesto reivindicativo, aunque posiblemente sin saberlo, ya que tanto ella como su diseñador, por su condición de veinteañeros, son dos víctimas de la ESO.

Su vestido aderezado con más de diez mil cristales Swarosvsky, de rico tejido pintado a mano y escotado suficientemente para adecuarse a la ocasión y exhibir los encantos siliconados de la miss, es todo un homenaje en palabras del diseñador a "la reina entre las reinas",  y supone, junto a la serie televisiva, una reparación a la imagen de reina española más internacional, desde la transición vilipendiada por una supuesta relación con el franquismo -absurda ya que vivió medio milenio antes que el dictador- y que en la actualidad ni se estudia en los libros de Bachillerato pero que a la que tanto deben las mujeres occidentales.

Gracias a esta reina que se empeñó en acabar con el dominio musulmán, Desiré y todas las mujeres españolas somos personas en igualdad de derechos con los hombres y tenemos el mismo lugar en  una sociedad democrática, algo de lo que careceríamos si fuéramos mujeres del Islam. No deja de ser paradójico que se reivindique esta figura en un  tipo de certamen que suele ser blanco continuo de las iras feministas que los acusan de tratar a las mujeres como objetos; feministas que por cierto  jamás osan hablar contra la marginación, el desamparo, la carencia de derechos de las mujeres musulmanas y la permisividad de nuestras autoridades políticas en el uso de indumentarias y mantenimiento de costumbres que bajo la milonga de que son culturales esconden un evidente símbolo de discriminación, una discriminación prohibida por la Constitución.

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