Descripción y análisis de las 5 etapas del duelo

Imagen relativa al duelo.
Imagen relativa al duelo.

La psicóloga Drissa Delkader nos habla de las 5 etapas del duelo: ¿cuáles son y cómo actuar? Un interesante artículo para afrontar una pérdida cercana.

Descripción y análisis de las 5 etapas del duelo

Drissa Delkader Palacios

¿Qué es el duelo?. Cuando hablamos de duelo hacemos referencia al proceso psicológico que ocurre de forma natural tras sufrir una pérdida. Puede ser la pérdida de un ser querido, de una relación, de una circunstancia personal o social, situación, objeto, etc. Es decir, no solo aparece el duelo cuando perdemos a una persona importante en nuestra vida, también sucede cuando perdemos un trabajo, una condición social (hombre o mujer casado/a), puede ser una pérdida de salud, etc. Cualquiera de ellas supone un cambio importante en la vida y requiere que llevemos a cabo un proceso de adaptación; es decir, que aceptemos la pérdida y aprendamos a convivir con un nuevo rol o situación, en definitiva, vivir de un modo diferente a como lo hacíamos hasta ahora.

El proceso de duelo suele llevar asociadas una serie de manifestaciones, tanto físicas como psicológicas. Aparecen cambios emocionales como tristeza profunda, sentimientos de irrealidad e impotencia, irritabilidad, ansiedad, etc. También puede disminuir el apetito, puede aparecer una sensación de cansancio extremo, problemas para dormir, dificultades de concentración, etc.

Las fases del duelo

Elisabeth Kübler-Ross estudió las diferentes fases por las que pasa una persona cuando tiene que afrontar un duelo. Estas fases no tienen por qué sucederse en orden, más bien constituyen un proceso de aprendizaje y de elaboración del cambio vital, con idas y venidas de una a otra. Finalmente nos llevan a entender que podemos convivir con la pérdida que hemos tenido y continuar nuestra vida sin esa persona o esa situación. Las fases de las que hablamos son 5:

1. Negación: se trata de un rechazo a aceptar la nueva situación, que en un primer momento nos ayuda a protegernos, dejando entrar solo la cantidad de dolor que podemos manejar. Sin embargo, permanecer mucho tiempo en esta fase significa que hay un bloqueo, una gran dificultad para afrontar el cambio, y puede ser más dañino aún.

2. Ira: aparece un sentimiento de enfado con uno mismo, con otras personas, o con la situación en sí misma, que puede estar presente en cualquier momento de todo el proceso de duelo. Sin embargo, en este momento se da con mayor intensidad. Permitirnos expresar esta ira forma parte del proceso de curación.

3. Negociación: se trata de un mecanismo de defensa temporal, evitando sentir un dolor que resultaría inmanejable ahora mismo, y que nos lleva a fantasear con la posibilidad de posponer o impedir la pérdida. Se trata de volver a la vida que teníamos antes de esta. En esta fase es importante estar conectado con otras personas y con la realidad, para poder afrontarla y aceptar la situación tal y como es.

4. Depresión: empezamos a comprender la irreversibilidad de la pérdida ante la imposibilidad de seguir negándola, apareciendo sentimientos profundos de tristeza o incluso miedo ante el futuro. Estos sentimientos son parte normal del proceso de duelo, y aunque podamos pensar que serán duraderos y permanecerán para siempre, son necesarios para seguir avanzando y acabarán por marcharse.

5. Aceptación: por fin hacemos las paces con la nueva situación, hecho que resulta liberador y supone un alivio para que podamos permitirnos continuar con nuestra vida a pesar de la pérdida sufrida. Es importante retomar las rutinas e implica comprender que las pérdidas son algo que forma parte de la vida. Debemos analizar nuestros recuerdos y nuestra historia vital, integrando la pérdida, alcanzando un crecimiento personal a través del conocimiento de nuestros propios sentimientos.

No olvidemos que el duelo es un proceso normal que se da ante una pérdida. Sin embargo el apoyo psicológico y algunas pautas de comportamiento y gestión emocional pueden ayudarnos a saber si lo estamos elaborando adecuadamente, además de hacernos más fácil el proceso de expresión de emociones y de aceptación de la nueva situación.

––––

*Drissa Delkader Palacios es psicóloga de Psicomaster (www.psicomaster.es)

Comentarios