Finaliza la serie sobre Inglaterra a raíz del Brexit (y VII)

Los economistas ingleses de la Escuela Clásica preconizaron el mercantilismo, basado en la macro economía, una competición entre los países para obtener la mayor riqueza posible. En 1775 la Guerra de Independencia americana, por la subida de impuestos a las colonias, supuso la pérdida de las 13 colonias. En ese momento de la historia inglesa, s. XVIII, se le da menos importancia a las colonias. Al perder las Trece Colonias en América del Norte, Inglaterra no quiso perder también su enorme mercado, por ello maniobró ágilmente para poder seguir suministrando sus productos al nuevo país. La nueva expansión colonial a partir del s. XVIII se dirige a Asia y África, pero con una nueva orientación de los economistas, la doctrina económica de la escuela clásica fue explicada por Adam Smith el año 1776 en su libro ”Ensayo sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones”.

Adam Smith exponía que la riqueza económica está en el trabajo. El orden económico es guiado por una “mano invisible”. “Los individuos mueven la producción  para satisfacción de sus beneficios y el bien común, sólo es necesario un estado fuerte para proteger la libertad del individuo”. Una postura microeconómica en contra de la anterior macroeconómica.

Inglaterra aprendió con la independencia de Norteamérica que el comercio puede aportar grandes riquezas, aún sin las  colonias, siempre y cuando Inglaterra fuese capaz de controlar el comercio entre las mismas y la metrópoli sin gastos de administración o de defensa, con factorías comerciales. En 1807 Inglaterra prohíbe el tráfico de esclavos y la esclavitud es abolida en las colonias en 1834.

Inglaterra se convierte en la única potencia industrial. En 1870 se calcula que produce el 30% del PNB mundial, la metrópoli es una fábrica que abastece mejor y más económico que lo producido en las colonias. Inglaterra obtiene riqueza por el comercio, sin tener que conservar las colonias, mejor colonias autogobernadas (como en Canadá o Australia) que tener posesiones que administrar o guardar.

> La expansión económica de 1870 en Europa con el librecambio originó que Inglaterra se anexionase territorios coloniales en África, Asia y pacífico para suministrarse de materias primas necesarias para su revolución industrial y fabricar productos. Al mismo tiempo vender y abastecer a dichos mercados coloniales. Todo esto hasta la llegada de la descolonización de los años sesenta.

> El colonialismo del siglo XIX era de un dominio económico de las naciones fuertes sobre las débiles, pero la dominación política no podía continuar, los pueblos no aceptaban esto, por ello llegaron las descolonizaciones. Las colonias empiezan a buscar su libertad, Inglaterra pierde las colonias en el s. XIX. Se termina el colonialismo e Inglaterra arbitra una solución similar a lo ocurrido con las colonias americanas, quiere seguir dominando el comercio colonial, mercantil y financiero, para ello crea la Commonweallth.

Como dijimos la reina Isabel II es la Jefe de Estado y cabeza de la Commonwealth: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica e India forman parte, entre otros 15 países, de la Comunidad Británica de Naciones, la Commonwealh.

Después de la II Guerra Mundial Inglaterra y Estados Unidos continuaron con su relación haciéndola especial por el apoyo incondicional de Inglaterra a las intervenciones americanas en cualquier acción emprendida por Estados Unidos. Desde entonces Inglaterra fue asociada al antiamericanismo, aunque en muchos países este “anti” no impide que se asimile la cultura americana. Pero no debemos olvidar la aportación a la libertad y a la democracia, realizada por Inglaterra, fueron los primeros en implantar los derechos humanos, la república, la democracia parlamentaria o la constitución.

Los ingleses han vivido muchos años a expensas de su colonialismo. Han considerado que Londres era la cabeza financiera de Europa, pero la City se tambalea por los escándalos bancarios, los pagos desorbitados a ejecutivos, la quiebra de bancos de inversión, la pérdida de potencial mundial de los bancos ingleses y ahora con el Brexit.