Cuando llega la noche surge el momento mágico en que nos visita el silencio

La noche.
La noche.

Entonces ocurre que lo que nos rodea se sumerge despacio en la negrura de la noche: los pensamientos son más pálidos, las cosas pesan más, todo parece lejano y ajeno.

Cuando llega la noche surge el momento mágico en que nos visita el silencio

Entonces ocurre que todo lo que nos rodea se sumerge despacio en la negrura de la noche: los pensamientos son más pálidos, las cosas pesan más, todo parece lejano y ajeno.

 

No hay más que hacer,  las gentes se retiran.

Yo me quedo conmigo, más que nada, por no dejarme sola.

 

 “Silencio en la noche  ya todo está en calma”

 

Las olas suavizan su ruido de olas. Los pájaros han apagado ya los trinos de la tarde, y los gatos van y vienen de puntillas.

“El músculo duerme, la ambición descansa”

Los fantasmas vagan colándose en el pensamiento, colonizando todo el espacio y sumiendo la mente en una serena melancolía.

La mano se desliza suavemente por la pared gris y con el dedo, “clic”,  rompe el silencio. Ahora sí, ahora todo es noche fuera y dentro de la piel. Los párpados se cierran lentos y agradecen la visita de los fantasmas queridos.

“Silencio en la noche, silencio en las almas”.

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