Cuando la anécdota se convierte en arte: Suetonio

Que el chismorreo o el cotilleo conservan gran aceptación en nuestro país es algo innegable, solamente tenemos que constatar las audiencias, visitas o ventas que los programas de televisión, noticias digitales o revistas del “papel cuché”, acaparan cada día al socaire de las crónicas del corazón ¿Pero conocían que esta propensión alcanzó ya en la Antigua Roma un enorme éxito?

Efectivamente, aunque pudiera presentarse como extemporáneo, la obra de Suetonio “La Vida de los XII Césares”, serviría perfectamente para verificar lo formulado. La originalidad del autor, que en ningún caso pretende convertirse en historiador, radica en buscar una nueva orientación en sus textos, articulando una serie de biografías por asuntos o apartados, esto es, sin confeccionar un hilo conductor u orden cronológico, y sin ánimo de profundizar en cambios políticos o análisis psicológicos del personaje. Podríamos determinar que Las XII Vidas, son un ramillete riquísimo de hechos curiosos, escabrosos y fetichistas, construidos a través de rumores de la plebe y manuscritos contenidos en cartas o testamentos… La anécdota como denominador común, sin ningún ánimo de espíritu crítico ¿Os resulta familiar?

 Es significativo que como consecuencia de la utilización de testimonios de personas que aún se encontraban con vida, los historiadores insisten en mostrar la existencia de cuantiosos ocultamientos y silencios. La razón estribaría en el compromiso del autor de evitar comprometer a la fuente, y así sortear tal y como se diría hoy en día, posibles daños colaterales.

La singularidad de su planteamiento le comportará enorme fama a lo largo de la Historia, gozando su legado siglos después, de un magnífico complemento materializado en “La Historia Augusta”. Se trata de un conjunto maravilloso de 30 biografías de emperadores romanos de Adriano a Numeriano (117-284), cuyo anónimo autor, empleará el mismo modelo de Suetonio.