¿Cuándo acabarán estas guerras que matan de verdad?

Francotirador. / akhbardawlatalislam.wordpress.com
Francotirador. / akhbardawlatalislam.wordpress.com

La guerra es la obra de arte de los militares, la coronación de su formación, el broche dorado de su profesión. No han sido creados para brillar en la paz. (Isabel Allende)

¿Cuándo acabarán estas guerras que matan de verdad?

Yo me equivoqué. Me equivoqué de media a media. El sueño no acudía a mí. La piedra iba en derechura hacia mi cabeza. Llevo la política en la sangre, lo que es un puro decir, pues lo cierto es que en esta parte de mi vida me siento cada más deprimido. No veo la luz de la verdad. Desde el comienzo del siglo XXI, noto que cuanto más se avanza en cultura e investigación, tanto más fuerte se oyen tronar los fusiles de la guerra. O cuando, por ejemplo, la media de edad de hombres y mujeres se ha alargado, somos incapaces sin embargo de detener estas guerras de guerrillas. Pese a lo tanto conseguido en esos avances en materia de salud, lo cierto es que las guerras saltan de golpe; es como el cáncer maligno, y, entre otras razones, todo eso se produce por "el avance del extremismo religioso, con el Estado Islámico a la cabeza, es uno de los conflictos en crecimiento, pero no el único. Expertos analizan qué otros focos ponen en riesgo el orden internacional de esta era. La escasez de recursos, la desigualdad económica y la sobrepoblación, todo eso está entre los escenarios de la violencia, en un futuro no tan lejano”, escribe el historiador Omer Freixa.

Con solo adentramos en épocas remotas enseguida las conocemos, solo que no es menos cierto que las guerras han estado siempre presentes en el corazón del hombre y han sido más virulentas que cualquier plaga. Parece seguro que una de las primeras guerras más importantes, que tenemos testimonios escritos, fue la de la ciudad sumaria de Lagash y Umma, hace de esto ya 4.500 años. El asunto empezó con un problema de cultivo de tierras, que luego se fue complicando. Cierto que también podemos hablar de la Batalla de la Atlántida (Edad del hielo). De la Guerra de Troya (1500 a 1490 a. de C), de la Batalla de las Termópilas, de nuestra misma Reconquista (711-1492), la guerra de la Independencia, o la de los Cien Años (que fueron 115), la Primera y  Segunda Guerra Mundial, etcétera.

Son meras ilustraciones que todo el mundo conoce. Pero nos sirve de recordatorio y también nos vale para reflexionar sobre el porqué de ese alargamiento,  por qué hemos avanzado en tantos campos y en cambio no se nos quitan esas malditas ganas, las ganas de usar las armas. Por cierto, esas armas hoy son tremendamente sofisticadas, lo que hace que sean más eficaces y muchísimo más rápidas, aunque luego resulta que las peleas no siempre acaban tan pronto; recordemos a Israel y Palestina. Israel perdió su estado en el siglo I antes de Cristo y luego, ya en 1981, Israel crea su propio estado en Palestina. Y siempre en guerras, en guerras de guerrillas. Pero guerras al fin ¿Cuánta sangre se habrá derramado ya contando tan solo un trocito de mundo?

Sí. Yo creo que a la mayoría nos gusta mucho ese venenoso asunto de las guerras, yo soy un convencido de que casi todas obedecen a sentimientos religiosos; para ser más precisos: a las religiones. Las religiones son el verdadero caldo de cultivo de muchas guerras. Actualmente, la palma se la lleva el Estado Islámico. O al menos así lo comentaba más arriba el historiador Omer Freixa.

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