Autos de película: los tres coches más memorables de James Bond
Si bien hay quien dice que no lo compraría ni a mitad de precio en una venta de autos accidentados, el Sprit es uno de los elementos memorables de La espía que me amó.
Si bien hay quien dice que no lo compraría ni a mitad de precio en una venta de autos accidentados, el Sprit es uno de los elementos memorables de La espía que me amó.
Hoy en día, James Bond es reconocido como el agente secreto por excelencia. Creado por el autor Ian Fleming en la década de los cincuenta, James Bond se caracteriza por su actitud desafiante, su capacidad de mantener la calma ante situaciones en las que su vida corre peligro, sus novedosos gadgets y, por supuesto, los lujosos autos que conduce. A continuación, te presentamos los tres autos más memorables del agente 007:
Chevrolet Bel Air Convertible de 1957
Este es uno de los vehículos más memorables dentro de las películas de James Bond simplemente porque apareció en la primera adaptación cinematográfica, conocida en Latinoamérica como “El satánico Dr. No”, de 1962.
En pocas palabras, el Bel Air de 1957 dejaba muy en claro el ambiente de clase y elegancia en el que se encontraba inmerso el agente 007, y marcó la pauta para todos los demás autos (clásicos y modernos) que, con el tiempo, se convertirían en un sello indiscutible de la franquicia.
Lotus Esprit S1 de 1976
Este auto fue muy criticado en la vida real: se promocionó como un superauto que no cumplió con las altas expectativas.
Aun cuando hay personas que afirman que no lo comprarían ni a mitad de precio en una venta de autos accidentados, este coche es uno de los elementos más memorables de la cinta La espía que me amó, de 1977.
El Esprit no solamente es el protagonista de una de las persecuciones a alta velocidad más memorables de la pantalla grande, sino que llevó los gadgets que James Bond tenía a su disposición a un nivel completamente distinto, ya que el Esprit tenía la capacidad de convertirse en un submarino.
Aston Martin DB5
Indiscutiblemente el auto más representativo de la serie cinematográfica de James Bond.
Desde el momento en el que el Aston Martin DB5 apareció en escena junto al actor Sean Connery en la cinta James Bond contra Goldfinger, el auto se convirtió en “el auto del 007”. Prueba de ello es el hecho de que volvió a aparecer en la siguiente cinta, Operación Trueno, y de nuevo en adaptaciones más recientes como Casino Royale, y Skyfall.
