Afganistán lucha en silencio por la libertad y la igualdad

Estación de servicio en Afganistan. / Servicio de Defensa
Una estación de servicio en Afganistán. / Servicio de Defensa

El empoderamiento de la mujer requiere, como etapa previa, lenta y compleja, el fortalecimiento del Gobierno, su auténtica democratización y una educación de calidad.

Afganistán lucha en silencio por la libertad y la igualdad

Afganistán, con una población de 28 millones de habitantes según datos de 20091, adolece de una compleja y delicada situación socio-económica y política que lo ha situado en el puesto 171, según el informe del Índice de Desarrollo Humano publicado por PNUD en 2015, encasillando su índice de desarrollo humano entre los más bajos.

El recrudecimiento de la guerra, iniciada desde hace más de 30 años, y cuyas víctimas mortales se calculan en 10.000 en 20142, la depresión que la misma ha producido en la sociedad afgana, la pobreza que afecta al 40% de la población3, la corrupción y la impunidad, el aumento desmesurado de los actos de violencia, que llegó en 2014 al 22%4, dibujan un oscuro horizonte y explican los muy altos casos de suicidio (860% desde 2012 hasta agosto de 2016) estimados en 11.571 solo en 2016 (casi 31 personas al día), y llevados a cabo por mujeres en su mayoría (como veremos más adelante), cifra que supera las bajas civiles provocadas por la guerra5.

Afganistán, pese a ser un país rico en petróleo y gas (que lamentablemente son explotados por intereses postcoloniales) está sufriendo una aguda crisis económica. La caída del régimen de Talibán en 2001 parece que no ha mejorado el país, como se sostiene en un documental realizado en el mismo por “National Geographic Abu Dabai”6.

El objetivo que se persigue en el presente trabajo, es abordar la situación del país desde un punto de vista analítico, a la luz de los índices de desarrollo humano publicados por PNUD en 2015.

El bajo Índice de Desarrollo Humano (en adelante, IDH) en Afganistán (0,465) es debido a varios factores socio-económicos, así como al grado de transparencia de las instituciones estatales. El reparto inequitativo y desigual de las riquezas y la corrupción hicieron que el IDH perdiera 31,4, retrocediendo a 0,319.

Para explicar mejor el IDH, nos centraremos en los tres criterios principales para medirlo: los ingresos per cápita, la salud y la educación. Hecho esto, pasaremos al tema de género.

Como lo hemos indicado anteriormente, los ciudadanos viven con 1,45 dólares al día, y uno de cada tres vive en pobreza absoluta. La violencia y la inestabilidad del país a causa de la guerra, como lo hemos indicado anteriormente con datos estadísticos, tuvieron como consecuencia la inflación y la extensión de la pobreza.

Los ciudadanos recurren a las dos principales fuentes de ingresos para salir de la pobreza: la droga, que constituye en torno al 60% de la economía afgana, dado que el país es productor del 93% del opio del mundo, y la agricultura, de la que dependen 9 de cada 10 afganos7. La industria de la droga produjo graves daños en la salud de los afganos, a la que recurren algunos para “aliviarse” de los efectos psicológicos que la guerra les causó, al ser asesinados algunos o todos los miembros de su familia8.

Solo el 24% de los afganos tiene acceso a agua potable9, y solo 4 de cada 10 cuentan con servicios básicos de salud. Asimismo, mueren 152 niños menores de un año por cada 1000 nacidos vivos, tasa que se estima la tercera peor del mundo, y casi uno de cada cinco niños muere antes de cumplir los cinco años de edad10. En cuanto a la tasa de mortalidad materna, el país ha registrado la más alta del mundo según datos del 30 de marzo de 201011. Todos estos alarmantes indicadores en términos de salud, que es uno de los criterios más importantes de bienestar social, explican el por qué la esperanza de vida en Afganistán alcanza tan solo 44 años según datos de 200912.

Otro indicador del bajo desarrollo humano en Afganistán, es el referido a la educación, altamente peor por un pensamiento extremista contrario a la educación de las mujeres (dicho pensamiento es a nivel ciudadano, no gubernamental, como veremos más adelante).

El 95% de las niñas no terminan la enseñanza secundaria, y el 85% de mujeres son analfabetas frente al 50% de tasa masculina13. Además, de las 13000 estudiantes matriculadas en los grados 8° y 9° del curso escolar 2015-2016, solo 650 consiguieron graduarse, según datos del Gobierno afgano14. Entre los argumentos esgrimidos acerca de estas preocupantes cifras, podemos señalar, en primer lugar, la situación misma del país, que sobrevive en medio de la guerra, y lo que ésta supone de destrucción y deterioro de la capacidad productiva del país, tanto en educación como en salud y agricultura; en segundo lugar, es de subrayar un pensamiento androcéntrico radical, heredado de prácticas ancestrales y/o que es propio de una forma de razonar inspirada en juicios personales sin ninguna solidez argumental, o en una visión masculinizada de la realidad que se remonta a tiempos remotos, al ver que la educación es exclusivamente para hombres, o que la participación femenina en la sociedad podría llevar al deterioro moral. En este caso, la única forma de mejorar la situación de la mujer, es educar a los niños y familiarizarlos con la igualdad, la solidaridad y el respeto mutuo, creando programas educativos que incluyan al elemento femenino como actor de participación sine qua non en la sociedad.

La violencia machista en el país asiático no se queda solamente en el plano familiar, sino que se extiende más allá del mismo. Hay un grupo de presión extremista que ha llevado a cabo sucesivos ataques con gas contra escuelas de niñas, en represalia contra el apoyo gubernamental a la educación femenina. Decenas de niñas fueron hospitalizadas, otras amenazadas con ácido en la cara, y los docentes recibieron amenazas de muerte15. Como consecuencia de todo ello, desde enero hasta septiembre de 2016, alrededor de 210 escuelas han sido cerradas y unas 20.500 niñas han abandonado la escuela, según datos de ONU16.

Subyacen otras razones detrás del fracaso escolar, siendo una de las principales el trabajo infantil, que afecta al 26% de los 14 millones de niños en edad escolar, al que se le agrega, evidentemente, la pobreza17.

Los datos estadísticos sobre el deficiente acceso a la electricidad (que cubre tan solo el 7% de la población)18, el agua (que cubre tan solo el 24% de la población)19, la educación (accesible solo al 50% de hombres y al 15% de mujeres)20, y los indicadores de pobreza (1 de cada 3 vive en pobreza absoluta)21 y la salud (solo 4 de cada 10 cuentan con servicios básicos de salud)22, nos demuestran hasta qué punto los 35000 dólares inyectados en el país por la comunidad internacional entre 2002 y 2009, no se ha visto reflejado en la vida de los afganos/as, debido a que dichos fondos fueron destinados fundamentalmente al mantenimiento de la seguridad en la zona23.

Pasemos ahora a tratar el tema de género en Afganistán. El país ocupa el puesto 152 de un total de 188 países que aparecen en el Informe de IDH de 2015, con un índice de desigualdad estimado en 0,693. Además, según datos de Naciones Unidas y de la Asociación Revolucionaria de Mujeres en Afganistán, el 60% de las mujeres son obligadas a contraer matrimonio antes de los 18 años24, y el 57% de las niñas son obligadas a hacerlo antes de cumplir 16 años25; asimismo, el 80% es víctima de violencia doméstica26. A esto se le suman otras lacras sociales, como los abusos sexuales que, junto con los matrimonios forzosos, son considerados la causa principal de los suicidios registrados en el país, según un informe de 2014 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)27.El país cuenta con el 25% de las diputadas de un tal de 64 diputados28; no obstante, esta reducida representación femenina sufre restricciones y amenazas por sus discursos en pro de los derechos de la mujer. Por citar solo un ejemplo, Malalai Joya, una de las diputadas del Parlamento, fue expulsada por sus reivindicaciones feministas, aun cuando la ley no contempla la posibilidad de expulsar a nadie del Parlamento. Pese a las amenazas de muerte que ha recibido y los atentados fracasados que ha sufrido, se resolvió no abandonar el país, y cumplir con su trabajo en la clandestinidad.

Otro dato a destacar al respecto es el que han confirmado algunas ONGs, al dar a conocer que la participación femenina en las elecciones del 20 de agosto de 2016, ha llegado a cero en algunas regiones del sur29. Por su parte, la ONU arroja una cifra del solo 5% de los casos de violencia machista que acaban en un tribunal, pese a que el Gobierno afgano ratificó en 2003 la convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de Género (CEDAW)30. La razón hay que buscarla, por tanto, en el miedo de la víctima a denunciar, a raíz principalmente del miedo a caer en la más absoluta pobreza, ya que muchas dependen económicamente de sus maridos. A continuación, presentamos una comparativa entre Sudáfrica (IDH medio), México (IDH alto) y el país que aquí nos ocupa (desarrollo humano bajo), según los indicadores de desarrollo humano aportados por PNUD en 2015.

Finalmente, me gustaría señalar que a pesar de estos preocupantes indicadores, la sociedad afgana se ha ido mejorando poco a poco en el ámbito de los derechos humanos y en materia de igualdad de género. Las mujeres afganas van ocupando poco a poco cargos en el Parlamento, desde donde pueden defender sus derechos y la igualdad de género, pese a las amenazas que reciben; también es de destacar la presencia femenina en sectores vitales de la economía afgana.

El análisis de los aspectos desarrollados en el presente trabajo, me ha llevado a una serie de conclusiones que puedo desglosar a continuación:

> El bajo IDH (medido a base de la calidad de educación, la salud, así como los ingresos per cápita), no es debido a una única razón, sino a la confluencia de varios factores, tales como la violencia, la guerra, la distribución desigual de los ingresos económicos, etc.

> Dicha violencia y la inseguridad hace difícil la prosperidad del país y la protección de los derechos humanos, sobre todo los de las mujeres.

> El empoderamiento de la mujer requiere, como etapa previa, lenta y compleja, el fortalecimiento del Gobierno, su auténtica democratización, y una educación de calidad.

> Las potencias internacionales deben dejar de explotar los recursos naturales de los países no desarrollados. De la decadencia de éstos ha podido prosperar la economía de los más desarrollados.

1     “Sobreviviendo     en     Afganistán”,      BBC,      09       de     agosto      de      2009,      disponible en <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)

  1. “La continua violencia en Afganistán condena a la población a la pobreza”, El Economista, 09 de febrero de 2015, disponible en <http://ecodiario.eleconomista.es/oriente-medio/noticias/6460347/02/15/El-CICR-denuncia-que-la-continua-violencia-en-Afganistan-condena-a-la-poblacion-a-la-pobreza.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  2. Un 40% de la población afgana vive con menos de 1,45 dólares al día. Véase al respecto: “Gani pide apoyo para que Afganistán supere los retos de pobreza y terrorismo”, El Día, 05 de octubre de 2016, disponible en <http://eldia.es/agencias/8892646-CONFERENCIA-AFGANIST-N-Gani-pide-apoyo-Afganistan-supere-retos-pobreza-terrorismo> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016). Además, 1 de cada 3 afganos vive en pobreza extrema. Véase al respecto: “Un informe de la ONU revela como la corrupción en Afganistán agrava la pobreza”, El Día, 30 de marzo de 2010 

7 Op., cit., <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)

8

Véase

un

documental

sobre

Afganistán,

disponible

en

 

<https://www.youtube.com/watch?v=VgopSihB7fY>
  1. “Un informe de la ONU revela como la corrupción en Afganistán agrava la pobreza”, El Día, 30 de marzo de 2010, disponible en <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  2. Op. Cit., <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  3. “Un informe de la ONU revela como la corrupción en Afganistán agrava la pobreza”, El Día, 30 de marzo de 2010, disponible en <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  4. Op., cit. <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  5. “Afganistán se olvida de las mujeres”, El País, 24 de agosto de 2009, disponible en <http://elpais.com/diario/2009/08/24/internacional/1251064801_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)​
  1. “Las niñas de Afganistán que se visten como niños para poder estudiar”, El Mundo, 14 de junio de 2016, disponible en <http://www.elmundo.es/sociedad/2016/06/14/575eab9922601d0f768b4596.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  2. “Ataque talibán contra escolares afganas”, El País, 26 de abril de 2010, disponible en <http://elpais.com/diario/2010/04/26/sociedad/1272232806_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016).
  3. “Mujeres y niñas afganas, las grandes olvidadas del conflicto”, El Mundo, 25 de noviembre de 2015, disponible en <http://www.elmundo.es/sociedad/2015/11/25/5655e2f922601d567b8b45f3.html> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  1. “Afganistán anuncia medidas tras denuncia sobre la lacra del trabajo infantil”, El Confidencial, 14 de julio de 2016, disponible en <http://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2016-07-14/afganistan-anuncia-medidas-tras-denuncia-sobre-la-lacra-del-trabajo-infantil_965589/> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  2. Op. Cit., <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  3. Op., cit., <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  4. Op. Cit., <http://elpais.com/diario/2009/08/24/internacional/1251064801_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  5. Op., Cit., <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  6. Op. Cit., <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  7. Op. Cit., <http://web.eldia.es/sociedad/2010-03-30/14-informe-ONU-revela-como-corrupcion-Afganistan-agrava-pobreza.htm> (Fecha de consulta: 29 de diciembre de 2016)
  8. Op., Cit., <http://elpais.com/diario/2009/08/24/internacional/1251064801_850215.html> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  9. Op., Cit., <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml> (Fecha de consulta: 28 de diciembre de 2016)
  10. Ibid., <http://www.bbc.com/mundo/internacional/2009/08/090723_vida_afganistan_jp.shtml>.

 

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