La vida sigue igual… en Cuba, a pesar de la reciente visita del Papa Francisco

Momento en el que el Papa toca la cabeza de un disidente cubano.
Momento en el que el Papa toca la cabeza de un disidente cubano.

Con motivo de la visita del Papa a Cuba, el régimen castrista liberó a 3.522 presos, ninguno de ellos preso político. A su vez, fueron encarcelados 142 disidentes cubanos.

La vida sigue igual… en Cuba, a pesar de la reciente visita del Papa Francisco

Con motivo de la reciente visita del Papa a Cuba, el régimen castrista liberó a 3.522 presos, ninguno de ellos preso político. A su vez, fueron encarcelados 142 disidentes.

Ya lo cantaba un joven Julio Iglesias, “La vida sigue igual”, y esta frase le encaja perfecta a la sociedad cubana, que, a pesar de las noticias del inicio de buenas relaciones entre EE UU y la isla, ve como el régimen castrista continúa en las mismas posiciones dictatoriales y represivas. Ni la reciente visita del Papa ha cambiado mínimamente la situación de los disidentes cubanos, opositores a un régimen que gobierna Cuba desde 1959. Una Cuba que se rige por un sistema unipartidista, el Partido Comunista, y en cuyo sistema no hay cabida para nadie opuesto al partido.

Los opositores o disidentes son sistemáticamente encarcelados y entre los presos que el Consejo de Estado acordó indultar en ocasión de la visita del Papa no se encontró ningún preso encarcelado por razones políticas, de entre los 3.522 beneficiados. La selección de los liberados se realizó atendiendo a la naturaleza de los hechos por los que fueron condenados, el comportamiento en prisión, el tiempo de cumplimiento de la sanción y razones de salud. Lo que queda claro es que los presos políticos no entraron en este baremo castrista.

Días antes de la visita del Papa a Cuba, los disidentes organizados bajo la UNPACU (Unión Patriótica de Cuba), escribieron una carta abierta a Su Santidad en la que “por su estatura moral y con su sabia mediación, Ud. puede interceder y abogar por los derechos de los oprimidos, que en Cuba somos la gran mayoría, Ud. puede interceder por la liberación de más de medio centenar de presos políticos que sobreviven bajo condiciones infrahumanas en las cárceles cubanas. Ud. puede, y estamos seguros de que es su deseo, contribuir a que el gobierno cubano comprenda que no debe continuar golpeando y deteniendo arbitrariamente, todas las semanas, a decenas de mujeres pacíficas (Damas de Blanco) y a otros activistas defensores de los derechos humanos, solo porque piensen diferente e intenten practicar derechos universalmente reconocidos, como son el derecho a la libertad de expresión, asociación, reunión y manifestación pacíficas.” A mayores, daban el aviso al Papa de lo que luego, efectivamente, ocurrió: “Muchos miembros de nuestra organización y de otras agrupaciones de la Sociedad Civil Independiente, desean asistir, con disciplina y respeto, a sus misas, pero la policía política secreta se lo impedirá como ocurrió durante la visita de su predecesor Benedicto XVI. En nombre de los que pudieran pasar los históricos días de su visita en tenebrosos calabozos, le damos también, desde ahora, la más cálida bienvenida.”

El canal Univisión recogió el momento en que uno de estos disidentes se acercó al papamóvil durante su visita a Cuba, pudo hablar con él unos segundos pero inmediatamente, y delante de los ojos del Pontífice, varios hombres se lo llevaron y lo alejaron de la comitiva papal y del resto de cubanos que se encontraban allí.

 

UNPACU también recoge un listado de todos los disidentes detenidos durante los días que duró la visita del Papa a la isla: 142 personas.

En este marco de represión que continúa inamovible en la isla caribeña, el Papa afirmó tras su visita, y mientras volaba a EE UU, “desconocer” que hubiera habido detenciones de disidentes. Admitió que no se reunió con ellos porque “no tenía previsto dar audiencias a nadie”, aunque sí mantuvo un breve encuentro “espontáneo”, como lo calificó el Papa, con Fidel Castro, con quien dice que habló de ecología.

Una figura de tanta relevancia como el Papa, este Papa en concreto cuya popularidad roza máximos y que se ha convertido en el primer Papa en dar un discurso ante el Congreso de EE UU, no ha sabido tener una consideración especial con un sector de la población cubana que año tras año, día tras día, reclama una libertad social que no queda traducida en banderas ondeando en embajadas, se traducirá con el fin de una dictadura y el establecimiento de un sistema político democrático y no una falsa democracia llamada popular, un estado socialista, en el que sólo se permite la existencia de un único partido político. El que ahora encabeza Raúl Castro, un hombre vestido de reformista pero con alma de dictador. @opinionadas

Comentarios