La prohibición de Maduro no frena a la oposición, que convoca protestas contra la Constituyente

Manifestación en Venezuela contra la Constituyente. / Twitter.
Manifestación en Venezuela contra la Constituyente. / Twitter

Washington lanza una advertencia de no viajar a Venezuela por la violencia generalizada y la falta de suministros. Estados Unidos saca de Venezuela a las familias de sus diplomáticos.

La prohibición de Maduro no frena a la oposición, que convoca protestas contra la Constituyente

La prohibición del presidente Nicolás Maduro no frena a la oposición, que convoca protestas contra la Asamblea Nacional Constituyente. Ni el rechazo contundente de casi la mayoría de ciudadanos, ni los llamados de la comunidad internacional y ni aun la advertencia de posibles sanciones hechas por la Casa Blanca. Nada, absolutamente nada hará cambiar de opinión a Nicolás Maduro y sus huestes de celebrar este domingo las elecciones para su Asamblea Constituyente. En un redoble de fuerza, el presidente ha prohibido mediante su ministro de Interior, Néstor Reverol, que se celebre cualquier manifestación pública que perturbe los comicios de este domingo y, quienes se atrevan a romper este mandato, podrían recibir entre cinco y 10 años de cárcel.

La oposición respondió al fuego de la única forma que queda a estas alturas: llamando a una subida de tono en la manifestación convocada para este viernes en Caracas y que ahora será en todo el país. "Frente a otra violación de los derechos del pueblo plasmados en la Constitución, mañana será la Toma de Venezuela y no Caracas", dijo Henrique Capriles, tótem opositor.

Pero el anunció también dejó seriamente tocados a quienes van contra el régimen chavista. En un anuncio de resignación, Freddy Guevara, vicepresidente de la Asamblea Nacional, ha avisado a los venezolanos que el régimen no suspenderá la Constituyente a estas alturas, por lo que lo único que queda es alistarse para "la profundización de la lucha", secundando así las palabras de Capriles.

Previamente, Maduro había hecho alarde de cinismo al invitar a sus opositores a abandonar las violentas manifestaciones que empezaron desde marzo y sentarse a la "mesa de paz" antes de la votación de este 30 de julio. "Propongo a la oposición política venezolana que abandone el camino insurreccional", inició, "y que instalemos en las próximas horas, antes de la elección e instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, una mesa de diálogo", agregó. "A la oposición no le conviene aceptar esta propuesta", dijo en un acto celebrado en Caracas. La oposición respondió con las palabras ya citadas de Capriles y Guevara.

Voces del oficialismo y la oposición habían dejado una puerta abierta en los últimos días para iniciar un diálogo bilateral a fin de que se suspendiera la votación visto el desgobierno desatado en todo el país, aunque ninguno quería dar su brazo a torcer sobre la Constituyente. El presidente remató este jueves que no hay más remedio que su disparate para llegar a la paz, y de cualquier forma no dejó claro si cambiaría su postura respecto a la votación de este domingo aun si sus opositores aceptaba su invitación a dialogar. "Ustedes eligen", declaró.

Las sanciones que ha hecho la Casa Blanca tienen casi asfixiado al régimen en su ratonera, lo que les ha dado más motivos para sentir que deben escribir una nueva Constitución. "La cosa se va a poner buena después del 30 de julio. Después de ese día esperamos que el pueblo vaya al Parlamento con un cuadro de Bolívar y uno de Hugo Chávez para vengar la afrenta de la burguesía", dijo Diosdado Cabello, segundo del chavismo. Sus palabras fueron una alusión a la decisión de la oposición de retirar las imágenes de los dos ídolos bolivarianos de la sede del Parlamento tras su victoria en las elecciones legislativas de 2015.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el grupo que aglomera a los principales partidos opositores, ha denunciado que el Palacio de Miraflores pretende borrar del mapa al Parlamento o la Fiscalía, y en general cualquier ente que se atreva a alzar la voz en su contra, mediante esta Asamblea Constituyente. El oficialismo insiste en que la nueva Constitución es la panacea que aliviará todos los males del país caribeño. Venezuela está sacudida desde principios de abril por una serie de multitudinarias y violentas manifestaciones iniciadas luego de que el Tribunal Supremo disolviera el Parlamento y concediera poderes legislativos a Maduro. A partir de ahí, y aunque el Supremo reculó en su decisión, el país sudamericano emprendió un camino sin retorno hacia su autodestrucción. En más de 100 días de protestas ha habido más de un centenar de víctimas mortales, y de hecho apenas en las últimas 48 horas hubo cuatro.

Washington ha lanzado una advertencia de no viajar a Venezuela por la violencia generalizada y la falta de suministros. Estados Unidos también ordenó sacas de Venezuela a las familias de sus diplomáticos.

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