Si todos comparten el mismo objetivo ¿por qué no logran pactar la senda?

Tiempo de pactos.
Tiempo de pactos.

Todos sabemos que lo más difícil para las personas es fijar el objetivo, pero nuestros políticos llevan meses discutiendo cómo alcanzarlo y mostrándose incapaces de escuchar o valorar opiniones ajenas.

Si todos comparten el mismo objetivo ¿por qué no logran pactar la senda?

Dice Ciudadanos que es necesario y urgente lograr la transparencia política, reformar determinadas leyes obsoletas y mandatos constitucionales, bajar la deuda controlando el déficit, asegurar un mínimo existencial que permita sobrevivir dignamente, hacer una reforma fiscal para evitar en déficit crónico a las Comunidades, hacer una ley de educación pactada y para varias legislaturas, garantizar la independencia del poder judicial, y cosas así de índole general, tan general que esos son exactamente los mismos objetivos que priorizan los programas de las demás fuerzas políticas. Nadie se opone a estos objetivos y a otros más que por falta de espacio no vamos a enumerar. La diferencia surge en la forma de lograrlos.

Lógicamente el PP no quiere quitar aforamientos, diputaciones o la reforma del Senado o de los Tribunales de justicia porque son de su dominio y es el más afectado, pero hay que sumar votos y si todos los quieren habrán de ceder unos y otros en función del respaldo electoral. Quizás no se pueda quitar el Senado pero se pueda reducir a la mitad, por poner un ejemplo, o quitar todos los aforamientos pero si el 80%, o quizás estén todos de acuerdo en las listas limpias de imputados, en las primarias o en la limitación de mandatos. El PP quiere controlar el déficit reduciendo el gasto, Podemos subiendo los impuestos, el PSOE subiendo solo algunos impuestos para bajar menos los gastos, y Ciudadanos, que por algo se conoce en Europa como "los moderados", controlando el déficit disminuyendo gastos de la llamada burbuja política y no bajando impuestos hasta dentro de dos años, cuando se pueda. Y así podíamos seguir pero no es cuestión de matizar, eso ya lo hacen los políticos en su búsqueda desesperada de las diferencias que los separan. Lo fundamental es fijar los objetivos coincidentes, y sentarse horas, días, o semanas, hasta encontrar el camino equidistante entre unos y otros en función de su representatividad.

El error que están cometiendo no es nuevo. Durante nuestra guerra civil todas las fracciones tenían un objetivo común, derrotar al fascismo aplastando el alzamiento militar. Este objetivo unía a todos pero cada uno tenía su camino trazado. Los anarquistas querían hacer primero su revolución, y hacían la guerra a su manera, los comunistas quería cambiar el sistema provocando el enfrentamiento en el mismo bando, y los republicanos querían defender el orden existente. Como todos sabemos esto acabo en una derrota cruel. Compartían el mismo objetivo pero nadie quiso renunciar a su camino ideológico o de intereses, y convirtieron al ejército republicano en algo sin disciplina, sin unión, en otra especie de fascismo porque todos se creían en posesion de la verdad absoluta.

Estamos ahora en algo parecido, pero a tiempo de corregirlo. Si se comparten los objetivos hay que pactar la senda a seguir. Nadie tiene la razón absoluta, solo el respaldo que los votantes les han dado. Nadie es perfecto ni nadie es un absoluto incapaz. Nadie quiere volver a votar, no queremos vencedores y vencidos, queremos que se realicen los cambios prometidos en boca de todos, y que se pongan de acuerdo cediendo todos y ganando los ciudadanos.

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