Las tertulias de la televisión y de la radio ¿son debates o solo discursos?

Medios de comunicación. / Manel Vizoso
Medios de comunicación. / Manel Vizoso

Siguiendo unos días las tertulias sabremos sin lugar a duda lo que dirá cada tertuliano antes de que lo diga. Desgraciadamente los políticos actuales se han convertido en tertulianos también.

Las tertulias de la televisión y de la radio ¿son debates o solo discursos?

Siguiendo unos días las tertulias sabremos sin lugar a duda lo que dirá cada tertuliano antes de que lo diga. Desgraciadamente los políticos actuales se han convertido en tertulianos también.

 

En los orígenes del ser humano, una afrenta a una persona daba lugar a una represalia contra toda su tribu. Posteriormente, y dentro ya del grupo, las represalias fueron contra toda la familia, haciendo corresponsable de la ofensa a hermanos, hijos y padres. La civilización siguió avanzando y se llegó a la venganza personalizada lo que acabó dando lugar al ojo por ojo y diente por diente, algo que en algunos países nos parece ahora retrógrado pero que supuso un gran avance en el proceso de civilizarnos.

Aunque hay países que se han estancado ahí, los más desarrollados seguimos avanzando en el proceso ahora llamado de humanización, para llegar al punto en que respetamos al enemigo, al contrario, aquel con el que no compartimos nada. Y por fín el gran avance del siglo XX, aquel que  consiste en pensar que el contrario puede tener razón.

Bueno, pues los tertulianos y los políticos que nos representan aún no han terminado el siglo, alguno aún lo están empezando. Una pena porque hay gente que detiene su avance tomando por ejemplo a estos antiguos modelos. Sería maravilloso que todos llegásemos al menos al punto de "el otro tiene sus razones y sus razones son válidas para muchos seguidores" motivo por el cual debo escuchar sus opiniones y respetarlas.

Consenso, diálogo, acercarse al debate sobre la base de que la opinión que tenemos puede variará en función de los argumentos escuchados con respeto. Eso es el sueño del siglo XXI.

Comentarios