Susana Díaz no cierra la puerta a competir con Pedro Sánchez al frente del PSOE

Susana Díaz.
Susana Díaz.

La presidenta socialista en Andalucía ha comparecido ante a la agitación que vive actualmente el partido y dejó entrever que podría optar a la secretaría general.

Susana Díaz no cierra la puerta a competir con Pedro Sánchez al frente del PSOE

La agitación que vive internamente el PSOE ha provocado un sinfín de rumores sobre el posible desenlace de todo esto. Con Pedro Sánchez insistiendo en convocar a un Congreso Federal y deshacerse así de quienes no apoyan sus pretensiones, conviene ir buscando quién podría tomar el relevo del alto mando de la agrupación. En ese apartado emerge la figura de Susana Díaz, a quien no le molesta la idea. "Estaré donde quieran mis compañeros y compañeras, en la cabeza o en la cola del PSOE", dijo Díaz respecto a la opción de convertirse en la persona más fuerte de los socialistas. "Llevo en este partido más de 20 años, quiero a mi partido y donde crean mis compañeros y compañeras que sea útil, en la cabeza o en la cola, ahí estaré buscando un PSOE unido, cohesionado y un PSOE ganador", aclaró, aunque también manifestó que no quería que se celebrara un congreso exprés, como insiste el secretario general.

Sin embargo, Díaz ha asegurado que no tiene tiempo para maniobras de distracción -en alusión a la celebración del Congreso del PSOE- y que el partido tiene serios problemas. "El problema es que estamos concatenando derrotas electorales, las últimas han sido las de Galicia y Euskadi, pero no son las únicas. El PP nos ha ganado en muchísimos sitios y Podemos también", aseguró. Así, la líder roja en Andalucía ha asegurado que la solución no pasa por acusar a algunos miembros del partido de estar pendientes de los encargos del PP. "El PSOE está en una situación mala y difícil porque cuando todas las alternativas que hay son malas, creo que alguna responsabilidad tiene que tener la dirección. Y lo que no me parece de recibo es culpar a aquellos que ganamos elecciones", aclara. "Aquí (en Andalucía), quien es subalterno del PSOE es el PP porque está en la oposición. Nosotros ganamos las elecciones, y bien, que es lo que debería pasar en toda España", tiró en forma de indirecta a la dirección del partido. "Deberíamos plantearnos por qué no es así, por qué el PSOE no está ganando en España", enfatizó. 

Pero el mismo enramado del partido hace que se le hagan preguntas polémicas. Por ejemplo, cuando se le interrogó sobre si Sánchez debía dimitir cuando se conozca el desenlace de todo lo que rodea al partido en la actualidad, Díaz tan sólo se limitó a decir que "cada uno sabrá cómo se comporta dentro de esta organización". No obstante sí que se mostró molesta por el repentino cambio de humor y de decisiones del secretario general, quien bien sabía que el partido no pretendía celebrar ningún Congreso hasta que hubiera Gobierno, según lo acordó el mismo partido en enero y abril. "Sigo pensando lo mismo que pensaba entonces y lo pienso ahora y lo pensaré siempre, primero está nuestro país, ser útil para los ciudadanos, y luego las cuestiones internas. No entiendo porque se ha cambiado de criterio unilateralmente", dijo para después añadir "ahora toca España, creo que los ciudadanos no entenderían que estuviéramos en debates internos, en un congreso aprisa y corriendo, cuando el país está viendo la mayor inestabilidad que se conoce en la democracia. La gente nos mirará perplejos". Sus diatribas las cerró criticando a la directiva del partido por no haber salido en defensa de los líderes territoriales del partido ante sus diferencias con Podemos, quiénes si no. "El PSOE debe parar las injerencias de algunos, que lo que hicieron ayer fue muy grave: intentar desestabilizar dos gobiernos, chantajearlos y utilizar como rehenes a estos ciudadanos. Eché de menos una voz de la dirección del partido que se levantara y dijera que en las cuestiones del PSOE nadie se entremete. Todo esto me lleva a pensar que no estamos en el camino correcto y que el partido tiene que reflexionar sobre el futuro del partido, pero primero de España", remató.

El PSOE sigue en un momento crítico. El lunes Pedro Sánchez le declaró la guerra a los barones al insistir en la celebración del Congreso Federal y celebrar unas elecciones primarias que den como resultado cambiar a la actual ejecutiva. Sánchez sabe que muchos miembros del comité rojo no le apoyan en sus intenciones, por lo que las primarias le ayudarían a quitarse de encima a fuertes opositores por una vía diplomática. Sin embargo, su emprendimiento no ha recibido apoyos fuertes y los propios andaluces le cerraron las puertas a sus intenciones.

Al parecer, Sánchez es el único que no comprende que ahora mismo hay asuntos más importantes de los que ocuparse. Sus fuertes derrotas en Galicia y en el País Vasco dejaron mermado al PSOE, hundido en los peores resultados electorales de su historia. Los altos mandos consideran que la situación no se presta para un Congreso, pues es seña de rendición y distrae de la realidad tan cruda que atraviesa el partido hoy en día. Sánchez se arrincona y se aísla más con cada declaración que da. @hmorales_gt

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