El Supremo permite a Maduro tener dos nacionalidades y seguir en el puesto

Nicolás Maduro. / runrun.es
Nicolás Maduro. / runrun.es

La institución ha declarado que cualquier venezolano con doble nacionalidad puede optar a la jefatura de Estado y le quita así un peso al actual presidente, acusado de ser colombiano.

El Supremo permite a Maduro tener dos nacionalidades y seguir en el puesto

Dentro de las incontables maniobras que ha hecho la oposición para derrocar a Nicolás Maduro está la hecha hace meses, a principios del año pasado, cuando acusaron al mandatario de haber nacido en Colombia y, por lo tanto, no ser legítimo para la jefatura del Estado venezolano. Sin embargo, el Tribunal Supremo, filial del Palacio de Miraflores desde que la oposición se hizo con el control del Parlamento, ha cortado cualquier opción que tenía la oposición al dictaminar que cualquier venezolano con otra nacionalidad pueda optar a la Presidencia de la República bajo el único requisito de renunciar a cual sea su otro pasaporte. La decisión fue tomada por los magistrados tras haber deliberado sobre el artículo 227 de la Constitución, apartado que detalla precisamente las condiciones para poder presentarse a competir por semejante puesto.

No obstante, esta medida había sido tomada desde diciembre pasado, pero los encargados de la misma esperaron hasta este jueves para transmitirla al público. Por incongruente que parezca, ya no será necesario haber nacido en Venezuela para optar a la primera magistratura del país. La palabra del chavismo es la ley, con todo y que eso conlleve ambigüedades en la interpretación de la Constitución, y todo apunta a que junto a Maduro se beneficiará a otros tantos integrantes chavistas que tienen dos nacionalidades.

Según la agrupación opositora, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el actual presidente de Venezuela nació en Cúcuta, Colombia, y se desplazó a Venezuela desde niño. La hipótesis ha sido respaldada por varios de los representantes del ala más radical del partido. Lo cierto es que la MUD ha intentado todo lo que está en sus manos para sacar del poder al heredero de Hugo Chávez, pero el Supremo se ha cargado cualquier intento de rebelión. A principios de mes, la coalición acusó al presidente de haber abandonado su cargo y exigió la celebración de nuevos comicios. Aquello no llegó a Miraflores pues ya el Supremo se había encargado de declarar a la Asamblea Nacional en desacato, o lo que es lo mismo, de quitarles todo poder y reducirlos a, como mucho, un foro de conversaciones y debates.

Los medios de comunicación también se han unido a la persecución del pasaporte original de Maduro. Hasta ahora han encontrado evidencias de que el actual presidente vivió y visitó constantemente el lugar del que se presume que es oriundo, el cual queda a apenas unos kilómetros de Táchira, estado venezolano fronterizo con Colombia. Los padres de Maduro sí que son colombianos, siendo la madre de Cúcuta y el padre de Bogotá, pero al momento no hay pruebas que señalen en qué momento se establecieron en la república bolivariana. El Ejecutivo y sus huestes no han prestado atención al escándalo y eso no hace sino profundizar y desatar más preguntas.

Tras haberse desplazado definitivamente a Venezuela, cuando sea que haya sido, la familia Maduro estableció su hogar en Caracas, en una zona de clase media. Ahí, los hijos del matrimonio asistieron a la escuela y pasaron la mayor parte de su vida. Los investigadores han tenido acceso a los números de cédula tanto del presidente como de sus hermanas, y ha resultado llamativo que los números de documento sean numeraciones consecutivas. Eso da pie a dos posibilidades: que sean así porque Maduro y sus hermanas tienen en torno a la misma edad, o que los documentos se tramitaron cuando llegaron a Venezuela con Nicolás como mayor de edad y que, de paso, también tramitaron las de sus hermanas.

Este dictamen también empapa a Tareck El Aissami, vicepresidente. El segundo al mando del Ejecutivo es oriundo de Mérida, Estado de Venezuela, pero cuenta con nacionalidad siria por su padre. El Aissami es el portavoz de la causa de los árabes y uno de los críticos más severos con Estados Unidos. Se espera que en el futuro sea él quien releve a Maduro en la presidencia. @hmorales_gt

 

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