Sanders confirma que continúa en campaña y ya negocia pactos con Clinton

Bernie Sanders.
Bernie Sanders.

El veterano senador de Vermont, matemáticamente sin chances de llegar a la candidatura, pretende convencer a Clinton que incluya en su agenda algunas de sus propuestas económicas. 

Sanders confirma que continúa en campaña y ya negocia pactos con Clinton

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El veterano senador de Vermont y competidor por la candidatura presidencial del Partido Demócrata, Bernie Sanders, visitó Nueva York para pronunciar un discurso en el que manifestaba qué seguía en su campaña luego de que Hillary Clinton alcanzó hace semanas la cantidad necesaria de delegados para ser la nominada oficial del partido de izquierdas para la Casa Blanca. A pesar de que es prácticamente imposible derrotarla, Sanders ha dejado claro que rendirse no está en sus planes a estas alturas.

Dentro de sus observaciones Sanders manifestó que todavía hay un largo camino que recorrer antes de rendirse, y que incluso todavía hay oportunidad para competir por en la Convención Nacional del Partido Demócrata en julio. Su optimismo es cuestionado pues las primarias finalizaron con Clinton a la cabeza y ganando todos los delegados necesarios para asegurar su candidatura. Antes de su discurso Sanders y su equipo pasaron un día entero evitando contestar a preguntas concernientes sobre su carrera a la Casa Blanca y si en algún momento apoyará públicamente a Clinton.

Los comentarios de Sanders no hicieron prácticamente nada por calmar a sus seguidores, quienes están convencidos de que el proceso primario de elección fue amañado para que Clinton ganara. El senador dijo que seguirá luchando por un cambio en el sistema de elección de súper delegados demócratas y el final a las cerradas primarias, dos puntos que, de acuerdo al campamento del socialista, beneficiaron de manera descarada a la ex primera dama. “¡Nunca, jamás pierdan su sentido de la indignación!” proclamó Sanders ante sus enardecidos simpatizantes.

Esta semana, el miércoles puntualmente, hubo un rumor generalizado de que Sanders estaba listo para ceder y anunciar su rendición. Este esparcimiento fue acelerado por su discurso titulado “A dónde vamos a partir de aquí” y su reciente declaración en una entrevista a un medio en la que manifestó que “todo apunta a que no seré yo el candidato”.  Al momento de aterrizar en Manhattan su equipo, liderado por su vocero Michal Briggs, tuvo que soportar la infinidad de preguntas respecto a la posible rendición de Sanders. “No lo hará”, dijo Brigss para luego añadir “se los he dicho 500 mil veces”.

Finalmente, el propio Sanders tuvo que salir a dejar claro cuáles son sus planes. En una entrevista en el programa Late Show, de Stephen Colbert, el demócrata manifestó que está consciente de que no tiene los delegados suficientes para ganar, pero que eso no quiere decir que se rendirá. “Lo cierto es que soy muy bueno en aritmética. Entiende que Clinton tiene muchos más (delegados), pues nosotros tenemos 1,900 delegados en camino a Filadelfia para la convención. Eso es bastante bueno. Ella podrá tener más, lo cual no es bueno para mí, pero 1,900 delegados son bastantes”, manifestó Sanders al comienzo del espacio. El todavía precandidato aseguró que él y su equipo ya están en negociaciones con Clinton para asegurarse que ésta incluya en sus planes algunas de las propuestas hechas por él durante su campaña, en las que se incluían combatir la desigualdad de ingresos y establecer un sistema de educación gratuita en escuelas y universidades.

Lo cierto del caso es que Hillary Clinton debería pensar seriamente qué hacer con los seguidores de Sanders.  Según reportes que brotaron hacia las últimas semanas previas a su triunfo en las primarias, Donald Trump, al que Sanders calificó de insoportable, contempla estrategias para acercarse a los simpatizantes del senador de Vermont, quienes no terminan de digerir la contundente victoria de la ex secretaria de Estado.

Cabe también recordar que el discurso revolucionario y socialista de Sanders le llegó directo al corazón a los votantes jóvenes, que no pudieron resistir al ímpetu y el carisma del anciano aspirante. La fuerza concentrada en los mitines de Sanders, bajo su lema de un futuro para creer, no puede pasar desapercibida para Clinton, cuya moral y constantes problemas y enfrentamientos legales con las autoridades de su país la ponen en una situación que podría complicarse a medida que el tiempo avance. Convencer a los votantes de The Bern que los representará sería echarse a la bolsa a prácticamente todo el electorado joven del partido. Un serio golpe sobre la mesa.

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