Sánchez, Rivera e Iglesias: nada parecido a encorsetados y repetitivos debates

Rivera, Sánchez e Iglesias, en El País.
Rivera, Sánchez e Iglesias, en El País.

Auspiciado por el diario El País, los españoles asistieron a un gran debate, mejor decir a un nuevo tipo de debate en nada parecido a los del siglo XX.

Sánchez, Rivera e Iglesias: nada parecido a encorsetados y repetitivos debates

No nos engañemos,  y mire: “Política es el arte de obtener dinero de los ricos y votos de los pobres, con el fin de proteger a los unos de los otros. La coalición es el arte del zapato derecho en el pie izquierdo sin que salgan callos”, dijo una vez Guy Mollet.

No; no nos engañemos. Porque aunque es bien cierto que la política nunca ha tenido demasiada grandeza, por más que, pasados los años, expertos sociólogos, historiadores y politólogos llegaran a la feliz conclusión de que tal gobernante alcanzara el grado de magnífico presidente de Gobierno, lo normal es que desaparezcan, sin pena ni gloria. Y aunque  por muy verdad que sea, como nunca llueve a gusto de todos… Pero haberlos, los hay , los hubo y los habrá. Sabiendo siempre que unos han desarrollado sus funciones mejores que otros. Y que los más destacados nunca serán bendecidos hasta después de muertos. Eso sí: la Historia se encargará de mantener viva su esencia y valía por los siglos de los siglos.

Pese a todo, no nos engañemos, pues si observamos la marcha de la Historia, las más terribles formas de gobierno siempre han sido las dictaduras; porque en ellas, los gobernantes, además de opresivos y ladrones, han mandado usando la terrible fórmula de la sangre en el látigo con la voz de la sinrazón. Antes eran muchos. Ya quedan pocos. Los ciudadanos los están haciendo desaparecer. Somos personas, caramba; y hemos nacido para amar, vivir y trabajar, no para estar en un estado de angustia y persecución permanentemente. Quedan ya pocos, es verdad. Y para los que hay, mejor sería que los echaran como se echan a los rabiosos animales. Ya que no han sido otra cosa sino la suma de todos los horrores de la Humanidad.

Y pasando de lo malo a lo mejor: el último día de noviembre, auspiciado por el diario El País, asistimos a un debate, mejor decir a un nuevo tipo de debate en nada parecido a los del siglo XX. Nada de encorsetamiento sino con intervenciones vivas  y “educadas”, planteando argumentos muchas veces coincidentes. Variadas fórmulas, algunas de las cuales del todo desconocidas, que sorprendieron muchos. Y es verdad que disfrutamos. (Por cierto, a ver cuando los políticos amenizan de esta o de otra manera sus intervenciones, para que nos lo pasemos bien escuchándolos). PSOE, Ciudadanos y Podemos. Tres partidos –pues Rajoy no quiso cuadrar el cuarteto-, tres partidos, digo, de los cuales dos eran emergentes, aunque con magníficas y a veces hasta novedosas propuestas, así como con claras argumentaciones que, a mí al menos, me parecieron acertadas. Nada parecido a los encorsetados y repetitivos debates, a los que hemos venido asistiendo durante cuarenta años.  En democracia.

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