Sánchez quiere que el PSOE reconozca que haberse abstenido fue un error

Pedro Sánchez, candidato a la secretaría general del PSOE. / Twitter
Pedro Sánchez, candidato a la secretaría general del PSOE. / Twitter

Su proyecto para el partido incluye una sección en la que invita a los líderes del partido a reflexionar sobre la decisión que lo condenó a su caída en octubre.

Sánchez quiere que el PSOE reconozca que haberse abstenido fue un error

Fue ladecisión que terminó desencadenando la rebelión que lo llevaría a renunciar a la secretaría general. Es una cuestión política, pero también de orgullo. Cuando el PSOE decidió el año pasado que se abstendría para permitir que Mariano Rajoy fuera nombrado nuevamente como presidente, Pedro Sánchez advirtió del error que estaban cometiendo los suyos. Cayó, se exilió, regreso y venció, y ahora espera que el partido reconozca sí o sí quién tuvo siempre la razón.

El madrileño tiene preparado su proyecto político, económico y de partido para los socialistas y en el mismo incluye inciso para que la agrupación haga autocrítica por el error que cometieron al dejar que Rajoy repitiera en el poder. El documento está formado por 70 páginas y es el contraproyecto del presentado por Eduardo Madina y José Carlos Díez, y deberá ser defendido en las agrupaciones locales y, finalmente, en el Congreso Federal de junio.

El texto presenta en su mero inicio un párrafo que enmienda la política que ha desarrollado el partido desde aquel mes de octubre. "El PSOE al final se limitó a dejar el camino expedito al PP, en unos momentos en que los españoles están especialmente sensibilizados ante las regresiones sociales y laborales, y los escándalos de corrupción que azotan al PP, sin olvidar la crisis territorial que se sufre en Catalunya. Esto supone dejar al sistema sin alternativa y con un riesgo general de involución".

Además, el equipo del nuevo líder socialista propone eliminar la alusión que redactó Madina para defender el voto en blanco como fórmula para permitir la gobernabilidad. "El Partido Socialista asumió en solitario el desbloqueo institucional de nuestra democracia. Lo hizo para evitar la amenaza de unas terceras elecciones que no solo no hubieran evitado un Gobierno del PP sino que, con toda seguridad, lo habrían reforzado", se lee. La idea de los sanchistas es promover una enmienda de supresión.

El nuevo jefe de Ferraz se tomó ese recazo del año pasado como el principal estandarte de su campaña. La estrategia le funcionó y ahora prácticamente quiere una disculpa pública. "Estamos ante la posibilidad de emprender una nueva etapa, que evite determinadas  dolencias políticas se conviertan en crónicas", pretende añadir Sánchez, quien ya negocia los delegados de cada candidatura para el cónclave de junio a fin de que los mismos sean directamente proporcionales a los resultados obtenidos en las urnas. De lograrlo, él se quedaría con una mayoría que dejaría su camino libre para aprobar estas enmiendas.

Pero este texto también va algo más allá y critica a José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los grandes tótems del partido. "El error de base en Europa, en el que han participado tanto los socialdemócratas europeos como los socialistas españoles ha consistido en no utilizar políticas contra-cíclicas para salir con bien, tanto económica como socialmente, de la crisis financiera y económica. Las políticas de austeridad han sido un fracaso y hemos de aprender la lección", aseguró en su momento en una entrevista Manuel Escudero, asesor económico del madrileño.

Pese a que admite los "logros" de los gobiernos del propio Zapatero y de Felipe González, apunta que a estas alturas ya han caducado puesto que se "alcanzaron en la práctica o deben ser redefinidos". "Los años transcurridos desde la crisis de 2008 y la acomodación a las políticas de austeridad impuestas desde el neoliberalismo son la evidencia más palpable de que la mera inercia de una postura socialdemócrata no adaptada al siglo XXI, basada en la simple resistencia, se agota y se limita en sí misma. Por ello se hace necesario un nuevo pensamiento político y un enfoque económico y social alternativo", presenta en su texto.

Pero Sánchez también enmienda las alusiones de Madina a los dos peores resultados electorales en la historia del partido, ambos con él como candidato a la presidencia. El madrileño las suprime y justifica la caída en los resultados. "Tras abandonar el gobierno, en las elecciones de noviembre de 2011, el PSOE pierde 4,5 millones de votos y 58 escaños", inicia su justificación.

"La espectacular difusión de los movimientos del 15 M, la aparición de Podemos y  Ciudadanos y la intensa campaña mediática diseñada por la derecha económica y política para hacer un “sándwich” al PSOE y forzar el “sorpaso” por Podemos, no ha logrado el objetivo de relegar al PSOE", prosigue en alusión a la conversación que sostuvo con Mauricio Casals, presidente de La Razón, en la que aseguró que "el sandwich al PSOE en La Sexta funciona de cine".

Los coordinadores de este proyecto también incluyen otras grandes propuestas. Dentro de las mismas, las insignias del documento, se incluye la de "perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado apuntado en el artículo 2 de la Constitución" y "progresar en el futuro hacia una renta básica". La primera, no obstante, desató la polémica entre las bases del partido.

Este conjunto de enmiendas sanchistas elimina prácticamente los grandes estatutos promovidos en su momento por la gestora en cuando al modelo de partido e incluye muchas de las medidas presentadas en la campaña, como las consultas a la militancia o la revocación del secretario general mediante un referéndum a las mismas a partir del apoyo del 51% de quienes integren el Comité Federal.

Aparte, Sánchez propone que se elimine la posibilidad de que la renuncia de más de uno de los integrantes de la Ejecutiva se tome com extinción de la dirección. Es su experiencia hablando. "Las dimisiones que puedan producirse de miembros de la Comisión Ejecutiva Federal no llevarán, en ningún caso, al cese de los demás componentes de dicha Comisión, ni a la convocatoria automática de un Congreso Federal", presenta el documento. Su propuesta es que el PSOE evite otra guerra civil como la del año pasado.

A todo esto, el proyecto incluye algunos incisos del de Patxi López, pero ninguno de Susana Díaz, como era de esperarse. Limita y mucho el poder de los barones tradicionales del partido. Su proyecto impediría que se acumulen cargos ejecutivos en torno a una misma figura y también margina a los secretarios generales regionales de formar parte de la dirección federal. De igual forma, delimita "los papeles de liderazgo general con los de los representantes territoriales". "Funcionarán en el ámbito de sus respectivas competencias, apoyándose mutuamente y no compitiendo entre sí", prosigue el texto aunque sin explicar cómo lo logrará.

 
 
 
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