Rivera arremete contra el PP y el PSOE por su terquedad y desconsideración

Albert Rivera. / Mundiario
Albert Rivera.

El líder de Ciudadanos se mostró indignado por la reticencia de los dos grandes partidos y ha invitado a Sánchez, otra vez, a optar por la abstención. 

Rivera arremete contra el PP y el PSOE por su terquedad y desconsideración

El mandamás de Ciudadans ha votado sus esperanzas en Mariano Rajoy y en su fallida investidura de este martes. Albert Rivera sabe que todo está contra el reloj a estas alturas y ha vuelto a apelar a la vieja táctica de llamar a Pedro Sánchez a la reflexión que es, a estas alturas, también la única que le queda. "Hay que escoger entre la solución mala y la menos mala" aseguró Rivera. 

Pese a que Rajoy da por perdidas sus esperanzas de que el PSOE cambie su no por la abstención, el líder de C's dijo que "yo no tiro la toalla". Estas palabras las pronunció durante la reunión del grupo parlamentario de su partido en la víspera de la gran plenaria del martes. Eso sí, Rivera no planea pedirle a los obreros que confíen en Rajoy pues ni él mismo lo hace (lo cual explica por qué le hicieron firmar al PP el pacto anticorrupción antes de sentarse a negociar), sino que "piensen en los españoles pues nada cambiará de aquí a octubre o noviembre".

El mandamás del partido naranja tocará la consciencia de Sánchez, quien en su momento se encontró en la misma situación que Rajoy. A principios de año, el presidente del PSOE solicitó expresamente a Rajoy y a Pablo Iglesias abstenerse para que él pudiera ser investido. La situación ha cambiado y Rivera espera que su homólogo socialista cabe su memoria y sus sentimientos. "Si alguien de verdad quiere ser presidente no puede ser un problema para su propio país", dijo el líder de C's. Con el tiempo en su contra, los discursos de retórica moderada y diplomática ya no pueden permitirse. 

Los ánimos en los despachos del partido emergente están por los suelos tras la breve reunión que mantuvieron Rajoy y Sánchez. Tras 25 minutos en el Congreso, ninguno de los líderes logró hacer acceder a nada al otro. "Nosotros estamos consiguiendo hablar con los que no quieren hablar y acordar con los que acuerdan", expresó Rivera. En otras palabras: su partido es el héroe de la historia. 

"La guerra fría entre PP y PSOE simboliza la decadencia de un sistema agotado que ha llegado a su fin para que se abra una nueva etapa con cuatro formaciones, no dos, y espacios para el diálogo y la exigencia", remató.

Ciudadanos fue el primer partido en quebrar el hielo diplomático que se estableció en la política tras las elecciones del 26 de junio. Este mismo fin de semana, el partido naranja y el partido oficial llegaron a un pacto para la investidura de Rajoy. No obstante, entre ambos suman apenas 170 escaños, que podrían ser 171 con la ayuda del diputado de Coalición Canaria. De cualquier forma las cuentas no cuadran y el debate de mañana apunta a ser fallido.

Tanto Rivera como Rajoy han invitado en repetidas ocasiones al PSOE y a sus líderes a rectificar y abstenerse en la votación. La respuesta ha sido siempre la misma: no, no y recontra no. El argumento al que se han amparado los altos mandos obreros es que, primero, los españoles que les votaron no lo hicieron para que luego terminen siendo la muleta del actual presidente. Segundo, la corrupción del Ejecutivo de Rajoy es imperdonable y descarada, por lo que no están dispuestos a dar vía libre para otro período más de lo mismo.

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