¿En un régimen democrático y progresista, son útiles y necesarios los ricos?

Los hombres más ricos del mundo.
Los hombres más ricos del mundo.

Hay sociedades donde los multimillonarios triunfadores son admirados e imitados y otros donde se les culpa de todos los males por su acaparacion de riqueza.

¿En un régimen democrático y progresista, son útiles y necesarios los ricos?

Cuando Engels escribía el Origen de la familia, la propiedad privada y el estado, y Kropotkin escribía La conquista del pan, los ricos eran la encarnación del mal. Carlos Marx propuso exterminar esos males con una revolución que triunfó en medio mundo para fracasar en el mundo entero pese a la dictadura transitoria que propuso instaurar Lenin frente a la revolución permanente que proponía Troski. El motivo de este fracaso podría estar en aquello de que el hombre es un lobo para el hombre, pero parece más sensato quedarse con la idea de que el hombre es un ser egoísta y ambicioso que siempre aprovechará la ocasión de acaparar riquezas y poder, conceptos que suelen ir unidos. No todo el mundo es así pero desgraciadamente para corromper el sistema solo hacen falta unos pocos.

El mundo se quedo así instalado en una economía de libre mercado dentro de un capitalismo que dejó de ser salvaje para transformarse en democrático y social gracias a la huella que dejó la socialdemocracia en su lucha por competir con el sistema socialista que avanzaba rápidamente. Ahora el discurso, al menos en Europa, es otro y se divide entre los que quieren ser ricos y los que quieren repartirse su riqueza, pero para ser objetivos deberíamos preguntarnos si son útiles o necesarios. Ellos dicen que son los más capacitados para hacer crecer un país, para incrementar el PIB más rápidamente y por lo tanto crear riqueza a ritmo impensable para la mayoría de la gente, lo cual probablemente es cierto y sería loable si luego repartiesen gran parte de los frutos conseguidos, algo que no siempre sucede.

Un rico muy rico debe pagar al Estado un 46% de sus ingresos, dinero que luego empleará el Gobierno en hacer justicia social y cubrir las necesidades básicas de los más necesitados. Cuanto más gane más ingresará el Estado, será más rico también, y podrá hacer más reparto, carreteras, hospitales o escuelas, subsidios, etc. Además supuestamente el rico gastará mucho dinero y de sus lujosas compras el Estado ingresará también un 21% adicional por concepto de IVA, mientras alimentará otras industrias cuyos empleados se repartirán en sueldos parte de lo gastado. Visto así, el multimillonario aportando a las arcas del Estado un 67% de sus ingresos y alimentando otras empresas y negocios que a su vez pagan impuestos parece algo idílico ¿pero lo es? Teóricamente sí porque si la riqueza hubiese sido repartida previamente en pequeños sueldos, nadie habría aportado más del 15% o incluso nada, dando lugar a un estado de pocos recursos. La pena es que solo sea teóricamente porque la realidad es que los multimillonarios tienen ingresos en otros paises y no siempre repatrían el dinero, tienen afición a los paraísos fiscales donde menos se paga, y aveces desarrollan una ingeniería financiera que les permite pagar menos o defraudar a Hacienda. 

Si nos referimos a España la economía sumergida y el fraude fiscal es una afición tan desarrollada que estamos a la cabeza junto con algún otro país como Grecia. El sistema falla como fallaba en los paises socialistas pero con una diferencia. Nuestro régimen es democrático y eso implica la independencia del poder juducial. El verdadero problema no son los ricos ni el sistema de libre mercado, es la falta de independencia real del sistema judicial, eso que todos los partidos dicen que van a corregir o que ya lo han hecho pero sobre lo que tenemos serias dudas por el sistema de nombramiento de jueces y fiscales, como también tenemos serias dudas sobre que la justicia tenga recursos suficientes para ejercer su función de forma rápida y eficaz. Nadie diseña un sistema político ineficaz e injusto para beneficiar a unos pocos, pero ningún sistema funcionara correctamente sin la independencias efectiva de los tres poderes del Estado y sin una Justicia dotada de medios suficientes. 

Cualquier partido que no lleve como número uno de sus promesas electorales el desarrollo completo y real de la democracia, no es digno de pedir el voto de los ciudadanos. La corrupción, el fraude, y la evasión de capitales opacos harán pobre al país que no dote a la Justicia de los medios necesarios. El problema no son los ricos, son los políticos, aunque aveces coincidan, y no deberíamos esperar que nadie actúe correctamente sin verse obligado a ello. Sabemos que hay millones de personas honradas e íntegras pero el Estado debe conseguir que lo seamos todos.

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