¿Puede generar enfrentamientos una quiebra social en Cataluña?

Mossos de escuadra detenidos en el año 1934.
Mossos de escuadra detenidos en el año 1934.

La tradicional convivencia y respeto se ha perdido, mientras crecen las manifestaciones de odio a 'lo español', según el análisis de este autor, que es periodista y profesor universitario.

¿Puede generar enfrentamientos una quiebra social en Cataluña?

La tradicional convivencia y respeto se ha perdido, mientras crecen las manifestaciones de odio a 'lo español', según el análisis de este autor, que es periodista y profesor universitario.

Una aparente controversia entre los clientes de unos grandes almacenes por una cuestión trivial (la cola para ser atendidos) generó un  duro enfrentamiento dialéctico, en el que quienes desde una postura de nacionalismo extremo exigieron a sus contradictores hablar catalán o marcharse. Además de mostrar un enfermizo  odio por 'lo español', advirtieron de que el castellano debe ser prohibido en la calle.

La relación de estos episodios es ya interminable: en algunos quioscos de prensa de Barcelona se niegan a vender la de Madrid, o hacen comentarios molestos para quien la compra. Es evidente que una parte de la sociedad, antes tolerante en su conjunto, está contaminada por el odio creciente. Madrid y el conjunto de los españoles tenemos la culpa de todos los males de Cataluña.

En esta deriva del sentido común, el nacionalismo extremo ha penetrado como un virus en algunas personas nacidas en otros lugares de España que, paradójicamente, alimentan las filas de Esquerra Republicana. Una médica extremeña de cuna es uno de estos exponentes, donde abundan los andaluces “que odian a España”.

Uno ya no sabe si esto es complejo de Edipo o una patología social embadurnada de las mentiras que adoban la construcción del mito catalán, donde alguna de sus vanguardias se apellidan Ortega o Pérez.

El desafío de las autoridades catalanas frente al Estado, su desprecio hacia la Constitución y las leyes que hicieron posible su autonomía y que la dotaron de soporte jurídico es un acto de rebelión sin paliativos. Y el Estado debe defenderse con la misma energía y todos los medios, y cuando digo todos a su alcance. Y dejémonos de medias tintas.

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