Podemos, C's y PSOE se enzarzan entre ellos en el debate más fácil de Rajoy

Sin abrir heridas y prácticamente sin despeinarse. Así transita el debate de este jueves 27 de octubre para Mariano Rajoy, quien desde su tribuna ha visto cómo Unidos Podemos, Ciudadanos y el PSOE se atacaban entre sí en un intenso fuego cruzado. Las notas de mayor tono las puso, obviamente, Pablo Iglesias, indignado ante la condescendencia de los socialistas en darle el poder nuevamente a Rajoy.

Durante su intervención en el debate, el líder del Partido Popular se limitó a presentar y desarrollar un anuncio: la suspensión de las reválidas a efectos académicos hasta la consecución de un pacto educativo participado por la mayoría. "Suspender, no deroga", aseguró Rajoy respecto a la educación y, probablemente, con otras leyes que tienen su nombre y firma y que son discutidas por todos los demás.

Con su estrategia anunciada, el PSOE, que fue el que más líos tuvo, pues debió explicar por qué pasó del rotundo no a la abstención, anunció que darán batalla desde la oposición. "Vamos a hacer de oposición. Háganse a la idea", dijo Antonio Hernando, presidente del Grupo Socialista. Hernando ha sido quien ha tenido que salir a la duela a dar las razones de su partido para su trágico cambio. Ha contado con un Rajoy excesivamente condecendiente, que con esa actitud no ha hecho sino complicarle más la tarea a un hombre que llevaba sobre sus hombros el orgullo de todo un partido. "Yo no intento anular su labor de oposición (...). No le pediré a nadie del PSOE que se haga del PP", contestó Rajoy a Hernando.

El gran líder de los populares ha sido un personaje secundario durante esta celebración, en la que la fuerza la ha puesto Unidos Podemos, quienes se han cebado contra el PSOE y recibieron también los disparos de Ciudadanos. Los tres segundos partidos se batían a golpes por ser las cabezas de la oposición mientras el presidente en funciones contemplaba en paz el pleito.

"No manche usted la memoria de los viejos socialistas", dijo Iglesias a Hernando tras acusarlo de llegar al Congreso muerto de miedo. Iglesias atacó sin contemplaciones al orgullo socialista, provocando como tanto le gusta e incluso llegó a decirles que eran lo mismo que el PP. "Ustedes están más cerca del PP que de nosotros", dijo, "le ha faltado decir que fue muy duro descabalar a Pedro Sánchez y seguir de portavoz pero que el tiempo le dará la razón", agregó. Para su mal sabor, Iglesias se quedó sin réplica a sus palabras pues el turno de Hernando ya había pasado.

Posterior al pique del secretario general de Podemos, llegó el turno de Albert Rivera. Rivera fue otro que se le olvidó que el personaje en cuestión era Rajoy y dedicó su intervención a criticar al socialdemócrata. "Es un error estar en el Congreso y rodearlo, además de que científicamente es muy complicado", le aseveró Rivera tras haberle insistido en que decidiera qué papel jugaría en la próxima legislatura. Los ánimos entre los dos son más que tensos, lo cual quedó evidenciado cuando la cámara pilló a Rivera llamando gilipollas a Iglesias, quien previamente había dicho que la cultura general de éste era gracias a Google.

El agarrón entre las tres partes anticipa creer que será así el resto de la legislatura. La suma de los diputados de los tres supera en número a la del PP, sí, pero no parece haber ningún intento por intentarlo juntos. El PSOE no está dispuesto a aliarse con Podemos, por lo que entre ambos tendrán que afilar sus garras para convencerse a sí mismos y a todos que tienen la legitimidad necesaria para ser la oposición.

Los socialistas han dado el primer paso, pero su atención sin duda estará puesta en la segunda votación. Sin saber exactamente qué van a hacer sus diputados, lo único que le queda a la directiva es que esto termine y puedan empezar a reconstruirse. Si al final los rebeldes que mantienen su negativa al presidente en funciones continúan y votan no, el partido tendrá serios problemas.@hmorales_gt