Los pensionistas, víctimas indefensas cuya única arma es el voto

Jubilados españoles. / fatmty.wordpress.com
Jubilados españoles. / fatmty.wordpress.com

Es fácil cargar las penas a un colectivo que nunca va a ocupar las calles, ni a quemar contenedores, y cuyas quejas se limitarán a lamentos y comentarios.

Los pensionistas, víctimas indefensas cuya única arma es el voto

La formación del nuevo gobierno del PP arrancó prometedoramente con algunas de las medidas pactadas con Ciudadanos y que eran coincidentes con las que este partido había pactado anteriormente con el PSOE, pero como la alegría dura poco en casa del pobre, y en este caso los pobres son los más indefensos, pensionistas y funcionarios, llegaron los recortes. Nada más fácil que congelar sus sueldos y pensiones. Suman un colectivo de 11 millones de personas, más que los votos obtenidos por cualquiera de los grandes partidos, digamos que representan una amplia mayoría absoluta, pero la capacidad de protesta de este colectivo es muy limitada y en el caso de los jubilados casi nula, alguna noticia de la prensa para informar de su perdida de poder adquisitivo, y unos cuantos tertulianos debatiendo porqué el sistema de pensiones no es sostenible.

Nadie argumentará que es injusto, que han cotizado toda la vida manteniendo el sistema para no recibir una merecida compensación, que les subirán las Residencias donde muchos viven y la distancia entre lo que cobran y lo que pagan seguirá aumentando, que tenemos una pensión media  muy por debajo de las pensiones de Alemania, Francia, Holanda o Dinamarca, que sus pensiones no se parecen en general a lo que cobraban de sueldo, que sus ingresos no son para ahorrar sino que se gastan íntegramente pagando IVA y otros impuestos además de los que les haya correspondido pagar de IRPF, porque las pensiones no son netas.

Nadie quiere abanderar la lucha por la calidad de vida de nuestros  mayores, nadie alza la voz para decir que no lo van a consentir mientras no se recorten primero todos los gastos innecesarios

Podemos hablar de múltiples formas de planes privados o de sistemas mixtos que lleven a los jóvenes a creer en el sistema y a los autónomos que puedan permitírselo a cotizar en cuotas mas elevadas, pero nadie quiere abanderar la lucha por la calidad de vida de nuestros  mayores, nadie alza la voz para decir que no lo van a consentir mientras no se recorten primero todos los gastos innecesarios, los 450.000 políticos, el Senado, las Diputaciones, y cualquier otro que sea menos necesario, es decir, todos menos los dedicados a necesidades básicas, sanidad o educación, porque la bajas pensiones de este país solo da para eso, para cubrir malamente las necesidades básicas. 

España ha crecido un 3,2% en 2016, es ahora un 3,2% más rica, y si esa riqueza no toca ni a jubilados o funcionarios, otros se la reparten ¿quienes?. No lo sabemos pero lo que si sabemos es que lo de la caja cerrada ya no es presentable como argumento. Hay pensiones no contributivas por incapacidad (con su gran bolsa de fraude), o por viudedad (que aveces se hacen eternas), que no deberían estar dentro de la caja y tendrían que ser sostenidas por los Presupuestos Generales,  en realidad lo de la caja cerrada debería desaparecer, como han hecho otros países, porque si de algo no son responsables los jubilados es del paro, de la falta de cotizantes, porque cuando ellos pagaban  cada mes la altísima cuota que se llevaba la Seguridad Social, nadie les dijo que era por solidaridad con los jubilados de entonces y con las pensiones no contributivas  que se decidió incluir en el sistema, se les dijo que era para tener una vejez tranquila, justa, y suficiente, para "garantizarse una pensión", un engaño que está resultando muy superior al de las Preferentes, y si este engaño se ganó en los tribunales, imagino que una denuncia por engaño estatal ante los tribunales internacionales, estaría ganada de antemano.

Puede y debe el Estado idear un sistema de pensiones que, con cargo a los Presupuestos, garantice las pensiones del futuro y complementarlas con fórmulas que eviten cargar excesivamente a las empresas que han de competir internacionalmente, fórmulas como los planes privados (hoy muy mal tratados y también sometidos a engaños sobre su rescate), o la famosa mochila austriaca que propone Ciudadanos, u otras que se puedan copiar de los que ya ha  tomado medidas que funcionan, pero dejando claro siempre que son opciones de futuro y que abandonar a su suerte a los jubilados actuales no es admisible. 

Si ningún partido abandera a nuestros mayores, muchos pediremos las abstención de los 8,5 millones de pensionistas tratando de amenazar con un caos, porque para ocupar las calles muchos ya no están. Hay que ir pensando que si España crece crecemos todos, e ir olvidando que los mayores son un voto amarrado por los grandes partidos con independencia del trato que les den por aquello del carácter conservador, porque no solo se vive más, también se piensa más.

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