Le Pen y Macron han vencido al establishment político de Francia
Los partidos tradicionales franceses unirán fuerzas para luchar contra la líder de extrema derecha Marine Le Pen, en la última carrera por la presidencia francesa.
Mientras Marine Le Pen celebraba la votación histórica más alta de su partido, los candidatos eliminados en la primera ronda comenzaron a respaldar a Macron, que terminó su campaña con un resultado que confundió las expectativas. Macron, un centrista pro-europeo, ocupó el primer lugar con un 23,9%, mientras que el segundo fue cooptado por Le Pen con el 21,4%. Ambos volverán a encontrarse en una segunda vuelta programada para el 7 de mayo.
El resultado equivale a un rechazo global de la política tradicional en Francia. Es la primera vez desde la creación de la quinta República Francesa en el año 1958 que ningún candidato de los dos principales partidos políticos de izquierda o derecha ha entrado en la segunda vuelta de la votación presidencial. Macron pasa a la segunda ronda como el líder claro de esa tendencia.
Los mercados bursátiles franceses subieron el lunes por la mañana y el euro subió a su nivel más alto desde noviembre frente al dólar, mientras los inversores apostaron contra las posibilidades de que la temida Marine Le Pen ganara. También hubo alivio en Europa, ya que Michel Barnier, el principal negociador del Brexit para la Unión Europea, describió a Macron como un "patriota". El jefe de gabinete de la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el resultado mostró que Francia y Europa podrían "ganar juntos" y agregó: "El centro es más fuerte de lo que creen los populistas".
Francois Fillon, el principal candidato republicano cuya campaña fracasó en medio de acusaciones de corrupción, salió rápidamente de la bruma de su derrota para enviar palabras de apoyo a Macron. "Yo te lo prometo amigo que el extremismo sólo puede traer desgracia y división a Francia", dijo, describiendo al Frente Nacional como un partido de "violencia" e "intolerancia".
Los votantes franceses dejaron claro el domingo que estaban listos para el cambio, pues sigue destacando que ninguno de los candidatos procede de los partidos del establecimiento que han dominado el país durante décadas. En las próximas dos semanas, Macron se basará en su mensaje pro-europeo y centrista, mientras que Le Pen dejó claro que intensificaría la retórica nacionalista y anti-islamista, la misma que la impulsó a lo largo de toda la campaña.
