Carta abierta a mis con-ciudadanos: el peligro de un reflejo en el agua

albert rivera
Albert Rivera, ¿el pretendiente perfecto?

Todo lo nuevo ilusiona, sobre todo si llega con aire fresco, y envuelto en el color de un cítrico con cuyo zumo muchos nos vitaminamos y energizamos cada mañana. 

Carta abierta a mis con-ciudadanos: el peligro de un reflejo en el agua

Estimados conciudadanos:

Desde hace algún tiempo, llevo escuchando en primera persona y a pie de calle a votantes de distinto pelaje.

La mayoría de ellos se apuntan a lo novedoso, y presumen de ser votos en potencia para la marca del chico de moda. Albert Rivera.

Vaya mi respeto por delante al zagal. A ese yerno que muchas madres quisieran tener. Joven, bien parecido, de pico y formas cameladoras; de afirmaciones enmascaradas aunque seguro de sí mismo. Pero cuidado, porque como todos esos pretendientes aparentemente perfectos, no es lo que parece.

Una que ya tiene su experiencia, y no por haberle dado un yerno a mi madre, si no por llevar 30 años en connivencia con la política activa; politóloga de formación, ex docente universitario en la materia, y trabajando en demoscopia y marketing político. Algo en este caso, tampoco me casa.

Por ello, y dicho sea de paso con toda humildad, me veo en la obligación de exponer lo siguiente.

Bien es cierto que todo lo nuevo ilusiona, sobre todo si llega con aire fresco, y envuelto en el color de un cítrico con cuyo zumo, muchos nos vitaminamos y energizamos cada mañana.

La juventud destila nuevos bríos y aires de renovación, sobre todo si viene capitaneada de una persona atractiva a la vista y al oído, con un dominio exhaustivo de la oratoria y la puesta en escena. No. No seré yo quien le quite el mérito a este joven que en seis meses  ha creado esta marca. Sí, han leído bien, esta marca.

El crecimiento express de cualquier cosa, nunca lleva a buenos términos. Las prisas no son buenas consejeras. Los mejores trajes llevan horas de trabajo. Los mejores pucheros, horas de cocción. Las mejores obras de arte e ingeniería, muchos años. Entonces, ¿cómo no va a llevar su tiempo, un partido político que debe ser una instancia intermedia entre un gobierno y la sociedad civil?.

Cuidado con los proyectos yo-me-mi-conmigo. Los partidos – persona, nunca llegan a buen puerto. Por ejemplo, yo me pregunto ¿quién es el número dos del señor Rivera?. Tampoco debemos obviar lo ocurrido con UPyD, entre otros. Y ese es el peligro de un partido-persona. El o la protagonista, al igual que en el mito de Narciso en una contemplación absorta de su ego y hermosura, pueden acabar arrojándose al agua. Y con ellos, su marca.

Construir un equipo no es flor de un día, ni de seis meses.  El partido de Albert Rivera carece de equipos, pautas fijas, ideario y fundamentos.

La construcción de esta filigrana, me trae a la mente lo ocurrido en 1887, ante un ansiado idioma universal, el esperanto. Aquello que parecía una panacea de alcance cósmico, terminó como todo un fracaso.

Eso mismo ocurre cuando una formación política se nutre a toda velocidad de los protestandos de otras agrupaciones y partidos. Al principio, la misma intención de hablar la misma lengua parece fácil; pero cuando empiecen a importar las palabras que le corresponden a cada grupo involucrado, ahí va a comenzar la contienda. Saltarán las chispas de la falta de entendimiento; y eso, es lo que va a minar al partido de Albert Rivera antes que él se dé cuenta y pueda poner remedio.

No es oro todo lo que reluce.

Y en seis meses, los logros de la marca recién estrenada y color del zumo del cítrico mañanero, lejos de predicar con el ejemplo que abanderan, nos dejan estas perlas.

Ya han tenido que expulsar a 27 concejales. Otros 6 han abandonado sus siglas por desavenencias con la dirección del partido, aunque conservando el acta de concejal.

En el Gobierno de Andalucía consienten que se mantengan altos cargos imputados.

Su representante en la Eurocámara, con cuentas en Suiza, ficha como asesor a Jordi Cañas, ex portavoz acusado de un presunto fraude fiscal.

Los candidatos elegidos en primarias, como el de Pontevedra; además de otras tantas provincias, y los cinco primeros de Castellón, han caído de las listas sin justificación aparente.

Y sobre la falsedad de los curriculum de algún que otro candidato, ya prefiero no decir nada. Sobran las palabras.

Si a todo ello le añadimos una cuestión más que de vital importancia, como la falta de experiencia en gestión y gobierno, falta de visión y práctica de Estado de esta marca, y a veces no saber muy bien que palo tocar. Sinceramente no me parece la opción más adecuada en un momento crucial para la Historia de España.

Decidan con su voto, ya que lo pueden hacer en libertad y en secreto.

Les animo a echar la vista atrás y recordar otro mes de diciembre de hace 39 años. Era el 15 de diciembre de 1976, y los españoles votaban en el referéndum para la Reforma Política. El tema de la campaña institucional que invitaba al voto nos decía, “No dejes que nadie decida por ti…Habla pueblo Habla”.

Pues eso, que no les obnubilen los destellos de la belleza y la frescura, porque como en el mito de Narciso, se pueden ahogar en su reflejo.

Un abrazo. Queridos con-ciudadanos.

 

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