¿Qué pasará con la reforma migratoria de Obama suspendida por el Supremo?
Un empate en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha dejado en suspenso la reforma de inmigración que el presidente pretendía dejar como parte de su legado.
Trascendió el pasado 24 de junio que el Tribunal supremo suspendería la reforma inmigratoria que fue una de las grandes promesas de campaña de Barack Obama en el 2008. Obama dejará la Casa Blanca en el mes de enero sustituido ya sea por Hillary Clinton o Donald Trump, y lo hará sin haber aprobado una de las iniciativas legislativas clave de sus dos mandatos. La reforma que fue aprobada en 2014 y pretende proporcionar un permiso temporal de residencia y trabajo a la casi mitad de los indocumentados que residen ilegalmente en los Estados Unidos. La intención del Supremo de no juzgar en materia inmigratoria supone un duro revés para los cinco millones de indocumentados tanto como para Obama, ya que sobre ellos se cierne el fantasma de la deportación.
El presidente reprochó duramente el rechazo de los congresistas y senadores republicanos a la reforma, así como al reemplazo del juez Antonin Scalia, quien falleció el pasado mes de febrero, y cuya ausencia ha favorecido el empate en el dictamen. “Debemos juzgar si queremos un sistema hipócrita en el que los trabajadores que cosechan nuestra fruta o hacen nuestras camas tienen los mismos derechos ante la ley o no”, alcanzó a decir Obama, quien recuerda con ello a sus compatriotas tanto como a sus autoridades, la importancia de dirimir de una vez por todas el destino de millones de personas que impactan relevantemente la economía del país. Regularizar la situación de cinco millones es mucho mejor y más sensato que deportar a más de once, lo cual es una tarea demasiado costosa y virtualmente imposible. Al parecer tales cavilaciones corresponderán al nuevo inquilino de la Casa Blanca, el cual sólo podremos conocer hasta noviembre.
