La OCDE recomienda a Argentina que deje de ser un país proteccionista para poder crecer

Mauricio Macri. / lanota-latina.com
Mauricio Macri. / lanota-latina.com

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Argentina tiene potencial para aumentar su PIB un 15% en los próximos 10 años.

La OCDE recomienda a Argentina que deje de ser un país proteccionista para poder crecer

El primer Estudio económico multidimensional de Argentina elaborado por la OCDE pone de manifiesto los logros conseguidos hasta la fecha por el completo programa de reformas macreconómicas y estructurales implantado recientemente por el gobierno que lidera Maurico Macri. La OCDE apunta que los siguientes retos que han de cumplirse consisten en reforzar las bases sobre las que asentar una economía más productiva e inclusiva, reduciendo la pobreza y la desigualdad y mejorando el bienestar de todos los argentinos.

Se trata del primer informe que la OCDE presentó en Buenos Aires después de 20 años sin hacerlo. Un informe sobre Argentina con una larga lista de recomendaciones, que incluye algunas como flexibilizar la legislación laboral, aumentar el número de personas que pagan el impuesto a la renta y contener el déficit.

“Argentina ha dado un valiente giro a su economía, mejorando su atractivo de cara a la inversión nacional e internacional. Pero lo más importante será conseguir una mayor calidad de vida para la población argentina,” ha afirmado Gabriela Ramos, Directora de Gabinete de la OCDE y Sherpa del G20. “La desigualdad, la pobreza y la informalidad actúan como un pesado lastre sobre el crecimiento por lo que deben ser el centro de atención de los esfuerzos dirigidos a conseguir un futuro sostenible e inclusivo.”

Según el estudio, la política macroeconómica debería seguir dirigiéndose a garantizar la sostenibilidad y una sólida gestión macroeconómica, reduciendo la inflación, disminuyendo el déficit fiscal y mejorando el acceso al crédito. Para mejorar la eficiencia del gasto público, Argentina puede ir retirando gradualmente los subsidios a la energía al tiempo que protege a los hogares más desaventajados, racionalizando el empleo público y aplicando medidas adicionales de ahorro en las empresas estatales.

Para mejorar la eficiencia del gasto público, Argentina puede ir retirando gradualmente los subsidios a la energía al tiempo que protege a los hogares más desaventajados, racionalizando el empleo público y aplicando medidas adicionales de ahorro en las empresas estatales.

La adopción de reformas tributarias que no impliquen pérdidas de ingresos podría incluir la reducción de los umbrales mínimos para el pago del impuesto a las ganancias personales y la aplicación de un sistema de tipos más progresivo, la retirada gradual del impuesto provincial sobre los ingresos brutos y a las transacciones financieras, ampliando la base de los impuestos sobre el valor añadido y dotando de mayor progresividad a las contribuciones a la seguridad social para que sea adapten mejor y potencien el empleo formal. Asimismo, la actuación independiente del banco central a través de un mandato simple podría dotar de mayor eficacia a la política monetaria.

Entre las recomendaciones específicas en materia de inclusividad, el informe insta a Argentina a que se centre en mejorar la distribución de los ingresos, que actualmente son muy desiguales, tal y como demuestra que uno de cada tres argentinos viva en situación de pobreza en la actualidad y otra quinta parte se encuentre en riesgo de caer en la pobreza. Para respaldar a esta mitad de la población más desfavorecida, es fundamental conseguir avances sostenibles en el tiempo. El informe anima a Argentina a que combine los programas actuales de alivio de la pobreza con mayores esfuerzos para reducir las desigualdades en el acceso a la educación, al empleo de calidad y a los servicios públicos, al tiempo que recomienda acelerar los esfuerzos para abordar las deficiencias en materia de género.

Es fundamental la mejora de la educación – y en particular la reducción de las desigualdades en el acceso a la educación de calidad. Es necesario mejorar la formación de los docentes y ofrecer un apoyo mejor definido para los estudiantes más desfavorecidos. Asimismo, la ampliación de la educación preescolar y el fomento de acuerdos laborables más flexibles cumplirán un doble objetivo al mejorar los resultados educativos e impulsar la participación de la mujer en la fuerza laboral, que actualmente es baja. Dado que el nivel promedio de rendimiento escolar es superior en las mujeres que en los hombres, esto permitiría un mejor uso del capital humano. Asimismo, la ampliación del permiso de paternidad y una mayor representación de la mujer en todos los niveles del sector público y privado mediante la aplicación de cuotas u objetivos también contribuiría a reducir la brecha de género en la fuerza laboral.

 

 

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