Los chavistas podrían solicitar la disolución definitiva del Parlamento

Nicolás Maduro.
Nicolás Maduro.

El oficialismo ha perdido total control sobre el Organismo Legislativo y analiza exigirle al Tribunal Supremo de Justicia la disolución de la Asamblea Nacional, ocupada por la oposición.

Los chavistas podrían solicitar la disolución definitiva del Parlamento

Uno de los principales aliados del chavismo meditará esta semana si presenta o no la próxima semana una solicitud para disolver de forma definitiva la Asamblea Nacional, ocupada por la oposición desde las elecciones parlamentarias de diciembre del año pasado. Se trata del partido Gran Polo Patriótico, que extendería la solicitud ante la la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Didalco Bolívar, secretario general del partido Podemos (uno de los miembros de la alianza izquierdista), anunció que las huestes del fallecido comandante analizan extender también una propuesta para convocar a nuevas elecciones.

Bolívar fue gobernador del estado de Guaraca entre 1995 y 2008 y nunca ha mostrado ningún pudor a la hora de coquetear con ambos bandos de la política de su país. Sin embargo, la amenaza no puede tomarse tampoco como algo esporádico. Al momento de lanzar el anuncio, se encontraba al lado de la segunda vicepresidenta del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, es decir, el conglomerado de partidos afines al chavismo), Blanca Eekhout, quien estudió minuciosamente las declaraciones del político de 61 años. "La Asamblea Nacional ha usurpado funciones del Ejecutivo, ha traicionado a la patria cuando interviene en la política exterior [reservada al presidente). Solicitamos, asimismo, que la derogatoria (de la Asamblea Nacional) venga acompañada de la convocatoria a nuevas elecciones", aseveró Bolívar. 

El Gran Polo Patriótico es una agrupación formada por diversos partidos y que sirven siempre a los intereses del oficialismo. Los dirigentes del polo se tomarán una semana para sentarse a analizar la propuesta y darán su veredicto en un plazo de siete días. 

La Asamblea Nacional ha estado en manos de los opositores desde enero de este año, luego de que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), coalición de partidos adversos al oficial, ganara de forma contundente las elecciones parlamentarias celebradas en diciembre pasado. Aquella fue la primera vez en 17 años de régimen chavista que el Legislativo tenía balance de fuerzas y los altercados entre asambleístas y la administración de Maduro se han ajusticiado en el Tribunal Supremo, quien ha fallado siempre en favor del Ejecutivo. Por medio de esta exhibición de parcialidad, el Supremo ha ayudado a Maduro y su administración bloquear absolutamente todas las iniciativas lanzadas desde la MUD. Por ejemplo, anuló la elección de tres diputados del estado de Amazonas por acusar un fraude electoral.

De esa manera la oposición no pudo alcanzar la cantidad demandada por la ley para tener mayoría en el Parlamento y llevar a cabo reformas de mayor relevancia. Con un total de 109 diputados, los asambleístas han intentado de manera infructuosa luchar contra los chavistas y detener los beneficios de éstos a su clientela política. Para dar un ejemplo, el tribunal ha impedido que se le de el título de propiedad a personas premiadas con viviendas construidas por el Estado como parte del programa  Gran Misión Vivienda Venezuela. Otro ejemplo es el de la Ley de Amnistía, cuyo bloqueo ha impedido la liberación de diversos presos políticos, incluido Leopoldo López. Este último ejemplo ha despertado la indignación de la comunidad internacional, y gobiernos, exgobernantes y organismos internacionales han arremetido abiertamente contra la administración de Maduro por ello. 

Entre tanto, la oposición ya realiza su estrategia para sacar a Maduro, quien ha colmado la paciencia de absolutamente todos. Por medio de un referendo, los miembros de la MUD planean sacar del poder al heredero de Hugo Chávez. Si se llega a realizar, considerando los obstáculos del Consejo Nacional Electoral (CNE), éste tendría que ser sí o sí en lo que queda del presente año, pues si se celebra en 2017, aun si Maduro es derrocado su puesto lo tomaría su vicepresidente, quien también es chavista: Jorge Arreaza.

Twitter: @hmorales_gt

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