La moción de censura de Podemos está tan justificada como las anteriores

Diputados de Unidos Podemos (fondo). / Twitter
Diputados de Unidos Podemos (fondo). / Twitter

La iniciativa está justificada por la reiteración de los casos de corrupción en la estructura dirigente del PP y el intento de cortocircuitar el funcionamiento de un Estado de derecho.

La moción de censura de Podemos está tan justificada como las anteriores

El anuncio de la presentación de una moción de censura por parte de “Unidos-Podemos”, “En Comú Podem” y “En Marea” ha provocado muchas reacciones en las restantes formaciones políticas y en las personas que emiten opiniones en los medios de comunicación.

Los principales reproches que se formulan ante esta inciativa se concentran en el esperado fracaso de la misma (ya que el explícito rechazo de PSOE y Ciudadanos impide la consecución de los 176 votos requeridos para que prospere); en la decisión unilateral adoptada por los promotores -sin consulta previa con otras fuerzas relevantes- y en su carácter estrictamente propagandístico.Conviene recordar que, pocos días antes, la gran mayoría de las mismas personas que emitieron estas consideraciones críticas tuvieron a bien descalificar el llamado “tramabús” alegando que un grupo político con una importante presencia parlamentaria debía evitar los espectáculos “circenses” en la calle y realizar propuestas en el seno de las instituciones, singularmente en el Congreso de los diputados.La incongruencia argumental de estos sectores está servida:si la prioridad debe estar en la labor que se desarrolla en la Cámara legislativa, ¿por qué no se valora positivamente el hecho de que el tercer grupo en dimensión numérica decida utilizar una herramienta contemplada en el ordenamiento jurídico para expresar el máximo nivel de oposición al gobierno que preside Mariano Rajoy?

Los precedentes históricos son conocidos.Dejando aparte aquellas que triunfaron (por ejemplo:la protagonizada en el año 1987 por el Partido Socialista de Galicia, Coalición Galega y los escindidos de Alianza Popular) hubo dos en el Parlamento estatal (las mociones del PSOE contra UCD y de AP contra lo ejecutivo de Felipe González) y tres en la Cámara gallega (la moción del BNG contra el PP en el año 2001 por el asunto de “las vacas locas” y las promovidas por la organización nacionalista y por el PSdG en el año 2002 como consecuencia del desastre del Prestige) que merecen ser recordadas en la actual situación política.En todas las que no consiguieron prosperar, no hubo consulta previa con las restantes organizaciones políticas de ámbito parlamentario.

Aunque cada período histórico tiene su especificidad indiscutible, en las mociones presentadas contra los gobiernos de Fraga había una circunstancia muy parecida a la que se registra en este momento:se estaban viviendo acontecimentos de la máxima gravedad y los gobernantes no reaccionaban ante el clima de alarma que existía en amplios sectores de la sociedad.Debido a ello, BNG y PSdG echaron mano del último recurso parlamentario que tenían para propiciar un debate monográfico con el presidente de la Xunta y trasladar a la institución el estado de indignación que se expresaba en las calles.Sabían que no tenían la fuerza suficiente para derribar al PP pero querían sintonizar con el malestar social y dejar constancia de que era posible construir una alternativa frente a los que ocupaban los sillones gubernamentales.

Esta moción de censura que se acaba de anunciar está justificada por la insoportable reiteración de los casos de corrupción en la estructura dirigente del PP y el intento de cortocircuitar los mecanismos propios del funcionamiento de un Estado de derecho (autonomía en la actuación de la fiscalía e independencia del poder judicial).La inviabilidad de un pacto político que posibilite la derrota de Rajoy en el trámite parlamentario no desautoriza la pertinencia de su presentación.Fraga mantuvo su mayoría absoluta después de la moción por las vacas locas (donde, por cierto, el PSdG se abstuvo) pero no fué capaz de repetirla en el 2005 (transcurridos dos años desde la censura por el Prestige).Los efectos de una acción de estas características no se perciben, necesariamente, en el corto plazo y dependen de muchos factores:estado de ánimo del cuerpo social, acierto en la forma de abordar el debate parlamentario y actitud de las restantes fuerzas políticas.

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