Miguel Blesa es despedido por un pequeño núcleo de familiares y amigos
Las cenizas del exbanquero están ya en el panteón familiar. El acto no contó con la presencia de autoridades ni empresarios.
En el panteón familiar en Linares, Jaén, sin ninguna autoridad presente y acompañadas de 50 personas entre familiares y amigos, las cenizas del fallecido Miguel Blesa han sido enterradas en las primeras horas de este viernes. El acto fue asegurado por cuatro agentes uniformados del Cuerpo Nacional de Policía y transcurrió entre los comprensibles lamentos de los presentes, quienes se niegan a creer que el expresidente de Caja Madrid se suicidó, tal y como determinó la autopsia oficial.
Los autos de los parientes empezaron a llagar al cementerio de Linares desde las 11:00 a.m. Al menos unas 30 cámaras estaban listas para tomar fotografías de la llegada de los familiares y amigos al panteón de la familia Blesa de la Parra. En este panteón también yacen los restos de María Dolores y Miguel, madre y padre del exbanquero, respectivamente.
Su madre era hija de un propietario de fincas de olivar, mientras que su padre estuvo siempre relacionado al sector más conservador en los ámbitos político y económico. Su entierro fue un acto íntimo, minoritario, al que acudieron solo las personas más cercanas a él y su familia.
Las personas seguían sin poder salir de su asombro por el fatal destino que Blesa mismo eligió para su propia vida. "La última vez que hablé con él, me dijo que estaba preocupado, pero fuerte", aseguró una de sus parientes a la entrada al cementerio.
"Creo que lo ha hecho porque creía que así hacía un favor", agrega la misma familiar, quien pidió a los medios que no reveleran su identidad. "Yo no puedo aventurar nada. Pero lo peor lo debe estar pasando su mujer, que se estará preguntando por qué no se dio cuenta de que Miguel no estaba bien", explica el esposo de la misma.
