En Marea refuerza su carácter nacional gallego y se aleja de ser una franquicia de Podemos

Luis Villares.
Luis Villares.

La dirección nacional de En Marea, encabezada por Luis Villares y partidaria de un proyecto nacional gallego autónomo, vence en una ajustada votación al sector crítico, más proclive a la línea estatal de Unidos Podemos. Villares continuará siendo portavoz orgánico y parlamentario.

En Marea refuerza su carácter nacional gallego y se aleja de ser una franquicia de Podemos

La dirección nacional de En Marea, encabezada por Luis Villares y partidaria de un proyecto nacional gallego autónomo, venció en una ajustada votación al sector crítico, más proclive a la línea estatal de Unidos Podemos. Villares continuará siendo portavoz orgánico y parlamentario, definiendo un claro liderazgo en la Marea gallega. 

El plenario de En Marea, su máximo órgano decisorio, aprobó con mayoría absoluta todas las propuestas políticas y organizativas de Luis Villares y de la dirección nacional, rechazando todas las enmiendas  de los críticos, entre los cuales se hallaban los sectores más próximos a EU, franquicia gallega de IU y Podemos Galicia.

Luis Villares se refuerza en su propuesta, combatida por los críticos, de compatibilizar liderazgo  orgánico y  parlamentario y las expresiones políticas parlamentarias de la organización, tanto  en el Parlamento de Galicia como en el Congreso de los Diputados de  Madrid tendrán que sintonizar en el próximo futuro con la dirección nacional que lidera el lucense, habida cuenta la cercanía de las próximas elecciones locales.

Cierto es que sólo participó el 23% del censo inscrito. Pero no es menos cierto que los proyectos políticos en democracia se definen desde la participación y no desde la abstención.

Además, sería un grave error de percepción por parte de los críticos sumar la mayor parte de los abstencionistas a sus cuentas particulares, cuando  en realidad  se han de sumar a la desafección generada por el continuo revuelo orgánico. La gente quiere soluciones sociales y políticas prácticas, imaginativas y participativas para su vida cotidiana y la de los suyos y no batallas continuamente retransmitidas vía media y redes sociales.

Nadie puede negar, sin embargo, que el ahora reforzado portavoz y la dirección  nacional de la Marea gallega tienen que soldar una fractura interna evidente, tanto haciendo crecer la marea gallega hacia nuevos sectores de las mayorías sociales como recuperando mucha de la actual disidencia. Pero, para ser objetivos, hace falta reconocerle  a la dirección que en los últimos meses fueron continuos los esfuerzos por conseguir la integración política y orgánica de esta disidencia.

Probablemente la inminencia de la agenda local impedirá una ruptura y  los alcaldes de A Coruña y Santiago de Compostela profundizarán también en la línea de concordia y unidad

Falta ahora saber si los divergentes quieren maximizar esta fractura. Pero probablemente la inminencia de la agenda local impedirá una ruptura y  los alcaldes de A Coruña y Santiago de Compostela profundizarán también en la línea de concordia y unidad, única posible para presentarse ante sus respectivos electores en poco más de veinte meses.

En esta cita congresual ganó  también la autonomía de la Marea gallega frente a las propuestas más o menos implícitas de jugar a ser la franquicia gallega de Unidos Podemos. Una decisión estratégica que le permitirá jugar a los de Villares todas las ventajas de la centralidad del mapa político gallego, profundizando  en la cooperación política con el nuevo PSdeG - PSOE y con el BNG dirigido por Ana Pontón y manteniéndose, por lo menos en parte, indemnes de la marejada que se anuncia en el mundo podemita para las próximas elecciones locales.

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