Marcha peruana: ‘Con mis hijos no te metas’

Marcha Con mis hijos no te metas. / RBR
Marcha Con mis hijos no te metas. / RBR

La ideología de género debe ser combatida porque construye un totalitarismo cultural, inadmisible en sociedades democráticas, opina el autor.

Marcha peruana: ‘Con mis hijos no te metas’

El sábado 4 de marzo, participé en la marcha denominada “Con mis hijos no te metas”. Primera vez que participo en una marcha que supera los tintes políticos porque no fue convocada por ningún partido político sino por colectivos sociales.

¿Por qué una marcha denominada “Con mis hijos no te metas”?

El actual gobierno peruano que se supone representa a la “derecha conservadora”, a través del Ministerio de Educación, ha instaurado un nuevo currículo educativo que promueve la ideología de género, en base a la falacia de la “igualdad”.

Ni somos iguales a nuestros padres ni a nuestros hermanos, y éstos siguen con monsergas marxistas, en pleno siglo XXI. Totalmente, contra fáctico.

Este mal llamado concepto de la “igualdad” es originado por el marxismo cultural. En el siglo XXI, ya no se habla de “lucha de clases” sino de la “igualdad de géneros” y con el mito de la “igualdad” quiere “educar” a nuestros niños sobre el “descubrimiento de su sexualidad”. ¡Increíble! ¿Quién explora su sexualidad a los seis años? Nadie.

La Ministra de Educación ha negado la existencia de la ideología de género, pero ésta existe porque promueve la “igualdad” y la aceptación de “todos” los géneros, negando que sólo existen dos géneros: El femenino y el masculino, o se nace mujer o se nace varón, no existe ni existirá el tercer género porque la evolución lo ha determinado así.  

La ideología de género debe ser combatida porque construye un totalitarismo cultural, inadmisible en sociedades democráticas, por ejemplo: En la capital española, Madrid, circuló un bus que decía “los niños tienen pene y las niñas tienen vulva”, a los dos días la policía impidió que circulé dicho bus, so pretexto de discriminación hacia los homosexuales, lo sorprendente del suceso, fue la indignación de los cuatro principales partidos políticos: Podemos (izquierda neo marxista), PSOE (socialdemócrata), Ciudadanos (centro) y el Partido Popular (derecha). Los tres últimos, ya parecen sucursales de los neo marxistas de Podemos.

En España, ¿alguien protestó por la terrible discriminación que vive la mayoría católica? Nadie, ni el Partido Popular que es derecha y los gobierna desde el 2011. ¡Increíble!

No quiero que en mi país se impida circular un bus que diga la gran verdad: “Los niños tienen pene y las niñas vulva”, esto representa una batalla contra el adoctrinamiento sexual venido de la izquierda gatopardista. Ellos representan grande lobbies económicos, a favor de la agenda abortiva y del matrimonio homosexual.

Considero que el Estado peruano no tiene la facultad para (de) formar a nuestros niños, los padres son los únicos que deben y pueden formar a sus hijos, que lo hagan “bien” o “mal”, eso es otro asunto, al cual no me pienso inmiscuir porque respeto la intimidad familiar.

El Estado peruano debería generar más empleo formal, debería implementar políticas públicas contra la inseguridad ciudadana y sobretodo tomar acciones concretas sobre el Fenómeno de Niño que ha inundado ciudades costeras y emergentes como Tumbes, Piura, Chiclayo y Trujillo, en lugar, de pretender la adoctrinación de los niños peruanos.

P.D.1: El periodista peruano Álvarez Rodrich se ha atrevido a escribir en el diario La República que la marcha “Con mis hijos no te metas”, representa al “Ku Klux Klan peruano”. Tal afirmación me parece patética y risible porque el verdadero “Ku Klux Klan peruano” son ellos (la izquierda gatopardista) que se vendieron como prostitutas a los intereses de la dictadura venezolana de Chávez y Maduro, y a los gobiernos brasileños, clientelistas y corruptos de Lula y Dilma.

P.D.2: Tanto que querían a un Presidente “derechista”, ahora lo tienen y ese mismo “derechista” les implementó la ideología de género. Antes de votar, algunos peruanos deberían leer libros sobre ideologías políticas contemporáneas. ¡No me tienten a escribir un libro sobre ideologías políticas!

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