Los que decimos No en Cataluña

No tendremos actos, nadie hablará por nosotros y veremos cómo poco a poco toda la legalidad es abandonada y tratada como si fuera la peste que trajo el miedo del 78. Esencialmente por quienes, empezando por Pujol y Mas, se beneficiaron de aquellos pactos que en su hipocresía no consideraban propios.

Bien, ya nadie miente. No es necesario argumentar. Dentro de poco nos encontraremos en una situación imposible de dominar, con una sociedad catalana formada por los del No y su respeto a la legalidad y aquellos del Sí que atropellan la legitimidad desde una legitimidad entendida por su desafección.

Supongamos que triunfa el Si, que nadie nos invite a su mesa, a sus problemas o a sus dificultades que todos los de No hemos considerado (corralito, evasión fiscal, abandono de empresas, jubilaciones que deben ser recortadas, estar fuera de la Unión, etc.). Diremos tan solo… el paraíso soñado es vuestro, toca ahora disfrutar del empobrecimiento y las dificultades propias de la elección.

¿Qué haremos nosotros? Una buena pregunta, tal vez demostrar que una sociedad dividida no crece y lleva aparejada años de estancamiento. Pero no piensen que vamos a aceptar una invitación que nunca ha sido inclusiva.

Allí vamos, todo puede suceder en los próximos días, por lo pronto esta semana estamos asistiendo a la destrucción y el abandono del estado de Derecho sin ningún futuro más que ilusiones, que eso son: ¡ilusiones!