Vínculos entre Donald Trump y el Ku Klux Klan empiezan a salir a la luz

Donald Trump y David Duke. / bossip.com
Donald Trump y David Duke. / bossip.com

Varios exlíderes del clan asistieron a la convención del Partido Republicano y han dejado claro que están dispuestos incluso a financiar la campaña presidencial del polémico empresario.

Vínculos entre Donald Trump y el Ku Klux Klan empiezan a salir a la luz

Los autodenominados europeístas vieja derecha en Estados Unidos, es decir individuos que creen en la superioridad de la raza blanca sobre las demás, han reaparecido en la escena política del gigante de norteamérica tras la convención del Partido Republicano. Los partidos de la llamada supremacía blanca no han tenido ningún pudor y han halagado públicamente la retórica en el mensaje del discurso de Donald Trump, candidato presidencial del partido conservador.

"Me molesta que la gente no haya reconocido todavía la gran transformación que ha hecho Trump en el partido", comentó Richard Spencer, un inmaculado hombre de 38 años originario de Arlington, Virginia. Spencer es famoso por haber impulsado medidas para expulsar de Estados Unidos a todos aquellos que tuvieran orígenes afroamericanos, hispánicos o judíos. Como muchos otros, este individuo cree que el magnate de las bienes raíces está colaborando para regresar al partido a sus orígenes. "Muchos europeístas han asistido a la convención y creemos que vale la pena invertir en la campaña de Trump", advirtió.

El séquito de Spencer levantó serias molestias entre quienes asistieron a la convención del Gran Viejo Partido. Discutiendo en las inmediaciones del lujoso hotel en el que se hospedaron, los acompañantes del europeísta superior se mostraron deshinibidos cuando compartieron sus puntos de vista respecto al lugar que le corresponde en Estados Unidos a los afroamericanos, judíos e hispanos. "Les ayudaremos a que se larguen a otra parte. No soy un loco. Sé que para lograr lo que quiero tengo que comportarme racionalmente con los demás", admitió Spencer.

Sin embargo, cuando se le ha preguntado a Trump por sus nexos con grupos de la vieja derecha, el empresario se ha apurado a negarlos. Cuando su equipo de campaña fue interrogado por la presencia de éstos en la convención, Jason Miller, vocero de campaña, respondió que "Donald Trump siempre ha sido alguien muy incluyente, pero siempre ha excluido públicamente a grupos que promueven la discriminación en más de una ocasión. Sugerir otra cosa es un puro acto de manipulación".

Pero la polémica respecto a cómo se colaron los miembros de este grupo racista alertó a todos. Sean Spicer, estratega en jefe del Comité Nacional Republicano, explicó que la convención repartió credenciales en largos bloques a delegaciones estatales, invitados especiales y medios de comunicación. Se lavó las manos al decir que las autoridades, por tanto, tienen poco control respecto a quiénes terminan recibiendo las credenciales.

Sin embargo, el slogan América Primero, promovido por Trump, ha encendido el espíritu de hombres como Spencer. La idea de que la cabeza del Ejecutivo Federal construya un muro para alejar de su país a los hispanos, considerados criminales, es bastante atractivo para el ala más extrema de la derecha estadounidense. Spencer mismo admitió sentirse "eufórico" cuando escucha esa propuesta de boca de Trump.

Inundado por esa energía, un exlíder del Ku Klux Klan anunció que iría por un puesto en el Senado. Y no se trata de cualquier líder, sino del mismísimo exgran Mago del clan: David Duke. Duke comparó sus propuestas en materia de negocios e inmigración con las de Trump por medio de un vídeo. "Estoy muy emocionado de ver a Donald Trump y a los estadounidenses aferrarse a los asuntos que he defendido durante años. Mi eslogan se mantiene: América Primero", dijo Duke. Ese eslogan fue utilizado inicialmente en la década de los 50 por el Comité América Primero, un comité islacionista que pretendía forzar al Gobierno estadounidense a no unirse a los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.

Trump hizo alusión a la frase en repetidas ocasiones durante su discurso del jueves, especialmente cuando enfatizaba sobre las tazas de criminalidad en diversos estados, causadas principalmente por inmigrantes ilegales. En redes sociales, la aparición de la etiqueta #TrumpIsWithYou fue iniciada por otro activo miembro de la vieja derecha. "Casi 18,000 inmigrantes están allá afuera caminando tranquilos, esperando el momento para atacar a ciudadanos pasivos", dijo el empresario para desatar el furor de los antiguos miembros del KKK.

Tales mensajes, unidos a las alusiones constantes que Trump ha hecho con grupos radicales ha impactado directamente a la élite del partido. Paul Ryan, de la Cámara de Representantes, estuvo entre quienes criticaron el tweet en el que Trump acusaba a Clinton con una imagen de una estrella de David incluida. 

Pese a que no existen pruebas que le vinculen directamente a estos grupos, lo cierto es que la retórica y los mensajes de supremacía racial sutiles han llevado a pensar que lo de Trump no es sólo un recurso para llamar la atención y enardecer a las masas. El partido conservador ha tenido serios problemas con las minorías votantes en los últimos tiempos. 

Sin embargo, todavía hay quienes se atreven a defenderlo dentro del mismo partido. Newt Gingrich, exvocero de la Casa Blanca, aseguró que Trump "será más agresivo con Duke de lo que ustedes serán con Hillary (Clinton) y las personas hablando mal sobre Black Lives Matter. Ojalá la escuchemos condenar a algunos de los hombres acusados de matar policías". "No quiero personas supremacistas en ningún lugar", prosiguió Gingrich, "Trump ha sido muy claro en el asunto. Este es un país que debe asegurarle una oportunidad a todo el mundo".

Pero Spencer y su séquito, ataviados con parafernalia y accesorios de Trump, aseguró a los micrófonos con una frase que le provocó escalofríos a muchos. "Créanme, Trump piensa igual que yo", dijo. "¿Ustedes creen que es coincidencia que la gente como yo lo amen y lo apoyen?", concluyó. @hmorales_gt

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