Los jóvenes siempre han sido motores del cambio, en el 68 y también ahora

Concentración del 15-M en Sol, en Madrid.
Concentración del 15-M en Sol, en Madrid. / RRSS

Los jóvenes siempre han liderado los cambios más importantes de la sociedad, apoyados por filósofos y moderados por el pragmatismo de los mayores. Que el PPSOE no los pare.

Los jóvenes siempre han sido motores del cambio, en el 68 y también ahora

Hace 50 años los jóvenes quisieron cambiar el mundo y lo lograron. Da lo mismo que el país fuese una república, una monarquía o una dictadura, todo Occidente cambió de un mundo religioso con una moral muy definida y dogmática a un mundo laico con una moral más abierta y una ética diferente. No cambió la política pero si la sociedad, las relaciones, el amor libre, el rol de la mujer, el fin del racismo institucional, y la aparición del pacifismo para resolver las cosas de otra manera. La presión de los utópicos, los que pedían imposibles, hizo que la explosión del mayo francés del 68 terminase en una elecciones al mes siguiente que derrotó al comunismo y mantuvo al General De Gaulle para expulsarlo de la política al mes siguiente porque no era la persona adecuada para liderar el cambio. Los americanos se sumaron al cambio con el macrofestival de Woodstock que fue el hito entra el movimiento contra la guerra de Vietnam y su final. El mundo dibujado después del 68 y el anterior, no era reconocible para nuestros padres y abuelos. 

La orquestación que Pedro Sánchez hace sonar es inviable porque el PP tiene mayoría de bloqueo y sin él no hay cambio el la Constitución, lo que impide cambios reales, los que prometen aquellos que no saben sumar.

Hoy los jóvenes vuelven a pedir cambios, quizás sin el apoyo de filósofos tan venerados entonces como Marcuse, pero cambios estructurales que los políticos les niegan. Cierto es que las circunstancias son otras, que estamos en una crisis económica e incluso del sistema,  como en los años 20-30, cuando proliferaron los populismos y fascismos, pero la mayor diferencia es que entonces la mayoría era joven y los mayores de 65 minoría, justa al revés que actualmente. El cambio ahora, tanto el que piden los jóvenes de Podemos como los de Ciudadanos, debe venir de la voluntad del PP y PSOE, de lo que Albert Rivera llamaba opción A y Rajoy tambien, porque otra no es posible. La orquestación que Pedro Sánchez hace sonar es inviable porque el PP tiene mayoría de bloqueo y sin él no hay cambio el la Constitución, lo que impide cambios reales, los que prometen aquellos que no saben sumar. Esto es lo que ha dicho el votante, el llamado soberano, que sin acuerdo entre el PP y el PSOE no se pueda cambiar ni una ley orgánica. ¿Qué cambia sin cambiar la Constitución?, nada.

España tiene un problema adicional, que se fomenta el odio al rico, algo fundamental en el Sistema, mucho más que el odio al corrupto. Esto crea confusión porque no se educa en la cultura del esfuerzo para alcanzar el éxito,  y eso es nocivo. Diferente es si se desea cambiar el Sistema de forma sincera y abierta como hace Podemos o la CUP, porque entonces los anhelos son otros.

Lo fundamental es que los políticos abandonen el postureo y planteen claramente sus propuestas, que se sepa quienes quieren cambiar el Sistema y quienes no, y los que no quieren que no engañen. Si alguien se ofrece para hacer cambios reales, para avanzar en la democracia,  que sepa que solo se puede conseguir sumando escaños del PP y el PSOE. El PP y Ciudadanos ya acordaron 150 punos urgentes, si el PSOE quiere añadir más que lo plantee, y si Podemos opta por no salir del sistema, ni de la UE, ni del Euro, ni de la OTAN, todas opciones minoritarias, que también aporte ideas. Del consenso saldrá el cambio que en otras épocas se logró en la calle.

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