Inglaterra: La pérfida Albión pierde su “flema” debido a Gibraltar (II)

Imagen aérea de Gibraltar. / Mundiario.
Imagen aérea de Gibraltar.

A los europeos no les gustan los “ingleses”: son altivos, soberbios, orgullosos e hipócritas. En muchos países a los “ingleses” les llamaban piratas: la anglofobia se la ganaron a pulso.

Inglaterra: La pérfida Albión pierde su “flema” debido a Gibraltar (II)

La pérfida Albión. Se trata de una expresión referida a Inglaterra lanzada por los países contrarios a su política o sus ideas. Inglaterra defiende su origen y su independencia en un idioma, el inglés, en una religión la anglicana y en un derecho, el anglosajón. En 1793 el francés Agustín Marie de Ximenez escribió un poema, “L´era des Français” en el que nombra por primera vez a la pérfida Albión, proponiendo atacar Inglaterra. “Attaquons dans ses eaux la perfide albión”.

Albión es una palabra celta, aunque los romanos utilizaron el término “albus” (blanco), para referirse a las rocas de Dover de color blanco, lo primero que se ve cuando se llega a Inglaterra desde Europa por el Canal de la Mancha.

El historiador francés, Jacques B. Bossuet, empleó el término “pérfida” referido a Inglaterra, debido a la oposición que los ingleses sostenían contra la fe católica: “Inglaterra, la pérfida Inglaterra, a quien los mares hicieron inaccesible a los romanos y donde la fe del Salvador es aborrecida”.

Napoleón Bonaparte utilizó la expresión en sus guerras debido a la desconfianza que producía Inglaterra en Francia.  Más tarde en cualquier conflicto que sostenía Inglaterra se volvía a emplear este término.

Agravios de Inglaterra en la historia

El nombre de su estado ya entra muchas veces en confusión: Inglaterra, Gran Bretaña, Reino Unido, luego Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Parece que Inglaterra miraba desde su isla como si fuese un trono sobre el resto del mundo. Bastantes ingleses (no confundir con el resto de habitantes del Reino Unido) no son sencillos, son pragmáticos, altivos, soberbios y orgullosos, hipócritas, lo que no gusta a muchos europeos.

Inglaterra, donde la corona no se cuestiona, sigue siendo una isla a su aire, mejor dicho, su carácter puede provenir de esa espesa niebla que asola Londres. Algunos intentaron atacar la isla, como Felipe II de España: “No envié mis barcos a luchar contra los elementos”, dijo después. Tampoco Francia con Napoleón Bonaparte, o Alemania con Hitler, fueron capaces de conquistarla.

(Continuará)

Comentarios