Incendios forestales en Galicia: Núñez Feijóo suspende el examen

Alberto Núñez Feijóo. / Mundiario
Alberto Núñez Feijóo en la Radio Galega. / Mundiario

Lo sucedido en la noche del día 15 de octubre ha recordado a la mezcla de imprevisión e incompetencia que se había vivido en el año 2002 con motivo de la tragedia del Prestige.

Incendios forestales en Galicia: Núñez Feijóo suspende el examen

La mayoría de los relatos biográficos que se construyen sobre Núñez Feijóo señalan como virtud aparentemente indiscutible su capacidad para realizar una gestión adecuada de los recursos (políticos, económicos, mediáticos) que le proporciona su puesto institucional de presidente de la Xunta.

En los últimos meses, ese lugar común de la supuesta eficiencia del inquilino de Montepío quedó seriamente cuestionado en dos asuntos de notable relevancia: la reordenación del sistema de transporte por carretera y la reclamación de la transferencia de la titularidad de la AP-9. En el primero, no fue capaz de actuar con la capacidad de anticipación que resulta exigible a cualquier mandatario gubernamental. Su falta de diligencia provocó la emergencia y radicalización de un conflicto que causó daños visibles a millares de personas que hacen uso habitual de tal servicio público.

En el caso de la AP-9, llovió sobre mojado. La verdad es que no resulta fácil establecer si es más grave la negativa a la petición unánime formulada por el Parlamento gallego o el argumento principal utilizado por el representante del gobierno central para justificar semejante posición. Despreciar la opinión de la Cámara del Hórreo ya tiene precedentes en la historia del PP: primeroAznar y después Rajoy no tuvieron escrúpulos a la hora de practicar un singular ninguneo de la organización galaica de su partido aunque esta dispusiese de una mayoría absoluta parlamentaria y hubiese tenido liderazgos tan consolidados como los de Fraga y Feijóo.

Los graves incendios forestales del pasado fin de semana han puesto a prueba la capacidad gestora del gobierno de la Xunta. El resultado ha sido bien visible: el examen no ha sido superado por Alberto Núñez. La sobreactuación argumental utilizada para explicar lo sucedido (un supuesto complot de terroristas incendiarios) ha pretendido ocultas las responsabilidades contraídas por una administración que ha manejado, desde el año 2009, los hilos del poder para hacer frente a esta vieja plaga que afecta al territorio gallego.

Feijóo se queja ahora de lo que él practicó cuando encabezaba la oposición al gobierno de coalición PSdG-BNG. Las hemerotecas arden mal y están ahí para ilustrar que en la crisis del año 2006 protagonizó manifestaciones callejeras, exigió dimisiones de los responsables políticos y no dudó en utilizar como munición argumental las muertes registradas en aquel terrible mes de agosto. Podía ofrecer al gobierno existente en aquel momento un gran pacto sobre este grave problema pero optó por una visión cortoplacista buscando el máximo rédito electoral de aquella desgracia.

Lo sucedido en la tarde-noche del día 15 de octubre ha recordado a la mezcla de imprevisión e incompetencia que se había vivido en el año 2002 con motivo de la tragedia del Prestige. Entonces y ahora el PPdG tiene una cómoda mayoría absoluta pero carece de la necesaria mirada larga que se requiere para intentar encauzar el drama de los incendios forestales en la sociedad gallega. @mundiario

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