Homs ante el Tribunal Supremo: los juicios del oasis catalán

Francesc Homs.
Francesc Homs.

Homs declara ante el Supremo por su presunta desobediencia al Constitucional en la organización de la consulta soberanista del 9N, mientras asegura que se trata de un juicio político que surge de las cloacas del Estado.

Homs ante el Tribunal Supremo: los juicios del oasis catalán

El portavoz de PdeCAT en el Congreso, Francesc Homs, ha asegurado que si el proceso judicial por la consulta del 9N acaba en condenas será “el fin del Estado español” porque se constatará, a su juicio, que “la democracia puede ser castigada con el Código Penal”.

Homs será juzgado esta misma mañana ante el Tribunal Supremo por su papel en la organización de la consulta soberanista del 9N, pero Homs es protagonista subalterno de la película que dirigió Mas, es un actor secundario al que sólo le ha caído en suerte este papel protagonista de hoy porque consiguió ser diputado en las Cortes españolas y eso le otorga un fuero distinto al de sus antiguos compañeros de gobierno autonómico. Lo suyo, por ser diputado, le toca juzgarlo al Supremo y no al Superior de Justicia de Cataluña, pero el caso es el mismo, los hechos son los mismos -la desobediencia presunta al Constitucional- y la actuación del señor Homs ya fue abordada en el juicio a sus colegas Mas, Ortega y Rigau.

Y en este turno de palabra de Homs volveremos a escuchar que este juicio es un “juicio innegablemente político”, como escuchamos anoche en televisión a un quejoso Mas asegurando que llevan doce años con las investigaciones del 3% y que no se ha probado nada porque aquí no hay caso.

Pendientes de juicio tenemos unos cuantos casos del oasis catalán: Pretoria, la familia Pujol, las ITV... Y el miércoles se estrena la historia judicial con trasfondo musical: el caso Palau, la institución más celebrada de la cultura barcelonesa, el Palacio de la Música, convertido en la cueva de Alí Babá. El prohombre de la burguesía convergente, Félix Millet, ya lo ha confesado todo, que usó el dinero de la Fundación para pagar viajes de su familia por medio mundo y las reformas en varias de sus casas. Mientras nadie miraba, el dinero del fomento cultural lo usaba para fomentar su buena vida.

Pero lo interesante será lo que esclarezca el juicio sobre el uso que hacía Convergencia del Palau de la Música como tapadera. La gran pantalla para ocultar pagos que aparentaban ser donaciones a la fundación cultural pero que acababan siendo ingresos al partido, el de Pujol, después el de Mas y ahora con nuevo nombre, PdeCAT.

Tampoco se calló Homs sus apreciaciones sobre el 3%. Para éste, la aparición de estas informaciones que involucran a Mas en el cobro de mordidas a cambio de adjudicaciones de obras públicas, “tiene pinta de que no es casual” ya que llegan justo antes de su juicio por el 9N en el Tribunal Supremo.

Reclaman los soberanistas que no se utilice la guerra sucia, las cloacas del Estado para atacar el independentismo. Ciertamente a los secesionistas hay que combatirlos sin subterfugios, como a la corrupción sin piedad.

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