Hollande avisa de que la solución de dos Estados en Israel es muy remota

Francois Hollande, presidente de Francia e integrante del Partido Sociailsta.
Francois Hollande, presidente de Francia.

El presidente de Francia hospeda una conferencia para encontrar soluciones al conflicto en Oriente Próximo, evento que Benjamín Netanyahu ha menospreciado a la espera del ascenso de Donald Trump.

Hollande avisa de que la solución de dos Estados en Israel es muy remota

París hospeda actualmente una conferencia llamada Conferencia de Paz sobe Oriente Próximo y ha sido el anfitrión François Hollande, quien ha dado la primera gran nota del evento. El presidente de Francia avisó que la solución de los dos Estados -Israel y Palestina- se hace cada vez más remota en vistas de "la aceleración de la colonización", según sus propias palabras. Lo dicho por el mandatario coincide con la conclusión a la que llegó la ONU en diciembre del año pasado en el mismo tema y que causó el malestar de Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí.

Pero el jefe del Gobierno israelí apenas ha puesto atención a la primera conclusión de una conferencia a la que él mismo en su momento tildó de "inútil". "Esta Conferencia es la última sacudida del mundo de ayer. Mañana se verá muy diferente y el mañana está muy próximo", dijo el mandatario públicamente cuando se reunió con su Gabinete la semana pasada. Netanyahu está al pendiente del ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y cree que la cumbre celebrada en París no es más que un intento deliberado de "forzar a Israel a aceptar compromisos en contra de sus intereses", al tiempo que acusó a Francia de intentar minar el camino a la paz, que de acuerdo a su criterio se alcanzará solo mediante negociaciones bilaterales cara a cara, como en su momento hicieron Egipto y Jordania.

El Palacio del Elíseo había anulado la reunión que su titular mantendría con Mahmud Abbas, presidente de Palestina, previo a la comparecencia en que Hollande expresó su primera conclusión de la conferencia. Abbas se desplazó de Roma, Italia, a París con el único propósito de acudir a esta sesión. Netanyahu había recibido una invitación por parte de la oficina de Exteriores francesa para visitar al presidente tras esta breve cumbre pero la declinó.

París mantiene su postura de querer ser un intermediario en el conflicto pese a las constantes negativas de Tel Aviv. Esta conferencia, con todo y el desprecio de Netanyahu, tuvo el valor agregado de que participaron representantes de 70 países, más del doble de los que acudieron a la edición anterior el 3 de junio del año pasado. Dentro de ese séquito no se encontraban diplomáticos de Israel y Palestina, obviamente los estados clave para la restauración de la paz en la región. Hollande cree que este evento es el primer paso para que la comunidad internacional intente influir en ambos Ejecutivos y que éstos accedan a negociar, mas la reticencia del Gobierno israelí no colabora en esta causa.

El Ejecutivo de Netanyahu ha salido en tromba al unísono contra la iniciativa del Elíseo. "Esta conferencia está amañada por los palestinos bajo los auspicios de Francia para adoptar posturas adicionales antiisraelíes", dijo el propio primer ministro, que luego fue secundado por Tzipi Hotovely, segunda del Ministerio de Relaciones Exteriores: "es como una boda en la que no hay ni novia ni novio". "Francia no busca imponer la paz. Israelíes y palestinos deben decidir juntos su destino común", defendió por su parte Jean-Marc Ayraul, titular de Exteriores de Francia.

La iniciativa, sin embargo, sí ha caído bien en el otro lado, en Palestina. "Es la última oportunidad para la solución de los dos Estados", dijo Abbas antes de desplazarse a la capital italiana. Francia no integra el séquito de 138 países que reconocieron a Palestian como Estado. Sin embargo, 12 embajadores han instado a Hollande a que lo haga.

Israel tiene hoy por hoy delicados frentes abiertos con la comunidad internacional. En diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 2334 contra los asentamientos de ciudadanos israelíes en Palestina. La decisión fue votada prácticamente por unanimidad de sus integrantes, entre los que se incluye la misma Francia, salvo Estados Unidos, que optó por la abstención. Aquello fue un golpe más para la de por sí gastada relación entre Barack Obama y Netanyahu. A día de hoy hay 600.000 colonos israelíes asentados en el territorio de Cisjordania y Jerusalén Este.

El cónclave llega también a cinco días de la toma de posesión de Donald Trump como residente de la Casa Blanca, por lo que puede que haya sido también la última a la que haya asistido John Kerry en su calidad de secretario de Estado. "No está de más recordar que la única solución posible es la creación de dos Estados; recordarlo justo antes de que entre la nueva Administración de Donald Trump", se pronució Ayrault al respecto. Vale recordar que Trump ha insistido en que podría reinstalar la embajada estadounidense en Israel en la ciudad de Jerusalén, a la que considera la capital del país. "Eso podría acarrear graves consecuencias", dijo el titular de Exteriores de Francia.

El Elíseo, sin embargo, deja claro que su intención no es ser el adalid de la paz entre ambas partes, sino facilitar encuentros que lleven a ella. "Sabemos que la única forma de llegar a la paz es que ambas partes negocien directamente", dijo Hollande. En la edición anterior en el verano pasado, Manuel Valls, a la sazón primer ministro, apuntó la posición de fuerza de Israel en comparación a Palestina dejaría en seria desventaja a los segundos, siendo ese el gran problema en las negociaciones bilaterales.

La comunidad internacional ha cerrado filas en torno al asunto de la paz en la región. Los países comprometidos con esta causa han hecho importantes inyecciones de dinero en el área, con el fin de reforzar a Palestina y reabrir un debate de la sociedad civil. Ese debate ha contado con la participación de hasta 150 organizaciones no gubernamentales. @hmorales_gt

 

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