Grecia: las últimas encuestas muestran un empate en el referéndum

En las horas previas al referendo que tiene en vilo a las finanzas europeas por la crisis griega, tres encuestas de último momento vaticinan una votación reñida.

Una encuesta del instituto Public Issue realizada para el diario Avgi, el órgano de Syriza, otorgó el 43% de los votos griegos a la opción “No” y el 42,5% al “Sí”, con un total de indecisos que ronda el 9%. Paralelamente, una encuesta publicada por el periódico Ethnos, dio un 44,8% a favor del “sí”, frente al 43,3% partidario del “no” y un 11,8% de indecisos. Un resultado similar, con una ligera ventaja del “sí” es entregado por la empresa Alco, que hizo la muestra para el diario Proto Thema, con un 41,7% que apoya la propuesta de acuerdo, un 41,1% que la rechaza y un 10,7% que se declara indeciso, informó la agencia de noticias Efe.

Grecia celebra este domingo su octavo referéndum desde su fundación como Estado en 1828, en el que los ciudadanos decidirán sobre la propuesta de ajustes y reformas que los socios y acreedores han presentado al gobierno a cambio de seguir prestando dinero al endeudado país del sur de Europa. Los siete anteriores, celebrados en el siglo XX, versaban casi todos sobre la misma cuestión: debe Grecia ser una república o una monarquía, siempre en medio de una polarización política extrema.

La Suprema Corte de Grecia desestimó el viernes un recurso de inconstitucionalidad presentado por dos ciudadanos griegos contra el referéndum convocado por el gobierno para el próximo domingo, que tras el aval de la Justicia podrá llevarse a cabo.

Los dos demandantes habían presentado el recurso el miércoles último. La presunta ilegalidad del escrutinio provocó un llamado de atención del Consejo de Europa, que estimó que no cumplía con los tiempos ni la formulación de las preguntas a los más de 10 millones de griegos habilitados para votar el domingo.

El referéndum fue convocado por el gobierno griego, que impulsa la opción por el “No” (Oxi, en griego), luego de que Grecia y sus acreedores de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no pudieran ponerse de acuerdo sobre las medidas de ajuste que el país debería aplicar a cambio de seguir recibiendo préstamos de asistencia financiera.