El Gobierno de Rajoy reconoció la ineficacia de su maquinaria propagandística

Mariano Rajoy vía plasma.
Mariano Rajoy vía plasma.

Esa tenebrosa propaganda va acompañada de métodos disuasorios contra incrédulos. Para silenciar a los corderos, siembran miedos e impulsan leyes represivas propias de un Estado policial.

El Gobierno de Rajoy reconoció la ineficacia de su maquinaria propagandística

Esa tenebrosa propaganda va acompañada de métodos disuasorios contra incrédulos. Para silenciar a los corderos, siembran miedos e impulsan leyes represivas propias de un Estado policial.

El NODO fue el aparato de propaganda del franquismo, de obligatoria exhibición en los cines y TVE. Se emitió por primera vez en 1943, en plena euforia del nazi-fascismo triunfante, y se prolongó hasta 1981.

Propaganda (de propagar) es dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos, extender doctrinas o crear opiniones. Nada que ver con informar, que es dar noticias de forma veraz y contrastada.

La propaganda moderna en la vertiente totalitaria de la comunicación se debe al nazi Goebbels, que enunció los once principios en que se funda. En España fueron discípulos aventajados Arias Salgado y Fraga Iribarne.

A día de hoy, convendría releer tales principios para entender la política de comunicaciôn del Gobierno de Rajoy. Dijeron no haber transmitido bien a la opinión pública sus méritos, es decir, reconocieron la ineficacia de su maquinaria propagandística.

Como responsable, despachan al gurú Arriola y lo sustituyen por Goebbels, contando con la complicidad de la mayoría de medios de comunicación.

Vuelven al NODO, igualito que el difunto del abuelito, y nosotros a Radio Pirenaica y a la BBC.

Esa tenebrosa propaganda va acompañada de métodos disuasorios contra incrédulos. Para silenciar a los corderos, siembran miedos e impulsan leyes represivas propias de un Estado policial.

Nos dejan el circo pero sin pan.

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