Frente a la agresión yihadista, Cataluña ha sabido dar una respuesta de Estado

Autoridades españolas y catalanas en el minuto de silencio tras los atentados en Cataluña.
Autoridades españolas y catalanas en el minuto de silencio tras los atentados en Cataluña.

La Generalitat y su cuerpo policial, los Mossos d'Esquadra, fueron capaces de dar una respuesta de Estado a la agresión yihadista en Barcelona y Cambrils. El Ayuntamiento barcelonés y su Guardia Urbana cooperaron eficazmente en dicha respuesta. El Gobierno de España reaccionó tarde.

Frente a la agresión yihadista, Cataluña ha sabido dar una respuesta de Estado

La respuesta que las autoridades y ciudadanía catalanas dieron a los últimos atentados se articuló en clave propia, sin pedirle permiso a nadie.

La Generalitat de Cataluña y su cuerpo policial, los Mossos d'Esquadra, han sido capaces de dar una respuesta de Estado a la agresión yihadista. El Ayuntamiento barcelonés y su Guardia Urbana cooperaron eficazmente en dicha respuesta.

El Gobierno del Estado reaccionó tarde y, después de los gravísimos incidentes de Cambrils, tuvo que asumir una posición secundaria ante la Generalitat.

La información la centralizó el cuerpo policial catalán y fue la Generalitat, secundada por el ayuntamiento barcelonés, la que monopolizó la información. El Gobierno central reaccionó tarde,  eludiendo  toda imagen de coordinación y unidad hasta el viernes, cuando la actuación policial de Cambrils obligó a Mariano Rajoy a asumir, visiblemente y con claros gestos, la primacía de la Generalitat en la coordinación de las respuestas policiales a la crisis.

Los Mossos llevaron adelante un despliegue rápido y eficaz de sus medios, previniendo la posibilidad de nuevos incidentes y atendiendo no solo a la represión, sino sobre todo a la prevención de nuevos incidentes y a la protección ciudadana. Al mismo tiempo, reaccionaron proporcionalmente a la agresión terrorista de Cambrils, donde la gravísima agresión múltiple de elementos armados justificaba el uso letal de las armas de fuego.

Varios medios de cobertura estatal cuestionaron el rechazo de la Generalitat a bloquear con bolardos la Avenida de las Ramblas, en la línea del recomendado hace ocho meses por el Ministerio del Interior para todo tipo de calles y avenidas. En el caso de las Ramblas, ese bloqueo es impracticable. Se podría hacer en la Plaza de Catalunya, en su comienzo o en su final, al lado del mar, pero nunca impedir el acceso a las Ramblas de todas las calles laterales a lo largo de sus 1,2 kilómetros de recorrido, además de las necesidades de limpieza, seguridad y suministros de la vía y de sus negocios. Por tanto, tales críticas solo  intentan politizar el debate para desprestigiar a las autoridades independentistas catalanas y la actuación de su Policía.

Los Mossos se mostraron ante  Europa y el mundo  como una policía profesional y eficaz. Pero lo cierto  es que hasta  ahora el Gobierno del Estado hizo todo lo posible por subordinar y secundarizar este cuerpo policial, negándole todo acceso a la información de Europol, rechazando durante ocho años la convocatoria de la Junta Catalana  de Seguridad e impidiendo la convocatoria de 500 plazas más de Mossos que la Generalitat juzgaba precisas para atender a la amenaza terrorista en el actual nIvel 4 de prevención. 

En Europa todos necesitamos de todos en la respuesta a la agresión yihadista. Pero Cataluña ha demostrado  que sabe y puede dirigir localmente esta respuesta.

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