¿Forman parte los medios de comunicación del sistema de instituciones democráticas?

El papel de los medios de opinión es cada vez más relevante en la sociedad.
El papel de los medios de opinión es cada vez más relevante en la sociedad.
Por parte de los periodistas y de los representantes del Estado, parece indispensable garantizar que se aferren a la transparencia en la transmisión de opiniones y a la toma en consideración de las mismas.
¿Forman parte los medios de comunicación del sistema de instituciones democráticas?

 

Puesto que los medios de comunicación en general y la prensa en especial son, o representan, la Cuarta Autoridad o el Cuarto Poder, como se dice a menudo a nivel popular, podríamos afirmar que los mismos son parte integrante del sistema de las instituciones democráticas.

Sin embargo, debería de haber también una relación de correspondencia y armonía entre los supuestos cuatro poderes a saber: legislativo, ejecutivo, judicial y aquel denominado Cuarto Poder. Aunque este último adquiere su autoridad y quizás su credibilidad del control y la crítica hecha continuamente a los tres poderes tradicionales, valdría la pena valorizar las competencias, buenas intenciones y actuaciones de los actores de los otros poderes si todo lo ponen a la disposición de sus pueblos y naciones, de su prosperidad, desarrollo y ascensión.

Además, las instituciones democráticas, después de su instauración y consolidación, siempre necesitarían estar en comunicación masiva, eficaz y fructífera con el pueblo, fuente legítima de elección democrática y acreditación de las partes más importantes del poder.

Dicha comunicación necesitaría, a su vez, actores consagrados y exclusivamente preparados para llevar a cabo esta misión de mediador entre el poder y el pueblo, por lo cual merece la pena empeñarse para lograr que los medios de comunicación, sobre todo los dedicados a la opinión, adquieran su natural y funcional posición dentro de la ecuación de los poderes en toda sociedad y estado democráticos del mundo actual.

Respecto a la función de los medios de comunicación, y considerando que las libertades públicas y su respeto en un país o estado se miden por el respeto estatal y sistemático a la libertad de la prensa y estos medios de comunicación y a la libertad de expresión, algo así supondría, entonces, fortalecerlos y admitir su ordinario desarrollo, un fortalecimiento inmediato de los respectivos países y estados. En contra, discriminar a estos medios y transgredir a su derecho de existencia y obstaculizar a su función en construir la opinión pública conduciría a un debilitamiento forzoso de las democracias y el Estado de derecho.

La función del periodismo de opinión en particular, como fruto de una revolución acelerada de medios de comunicación sofisticados tecnológicamente del siglo XXI, podría ser una ayuda más a las democracias y al Estado de derecho para indagar y descubrir opiniones de los ciudadanos acerca de los temas de la actualidad.Así, pues, y acudiendo a maneras poco oficiales pero prácticas que no suponen ni mucho tiempo ni demasiado presupuesto, se podría tener una concepción de lo que la gente opina y reivindica a través de la opinión. De ahí viene la importancia de este tipo de periodismo, electrónico en los mayores y mejores de sus casos. ¿Conclusión? Parece indispensable garantizar por parte de ambos, tanto de los periodistas de opinión como de los representantes del Estado de derecho, que se aferren a la transparencia en la transmisión masiva de opiniones y a la toma en consideración necesaria de las mismas.

Comentarios